jueves, 3 de abril de 2008

Pollo: natural es mejor


La carne de más consumo es a veces procesada con productos dañinosLucero Amador-Mirandalucero.amador@laopinion.com 02 de abril de 2008De las carnes, la del pollo es la menos costosa y grasosa. Se pueden preparar en infinidad de platillos y es la que por excelencia buscan aquellas personas que desean tener su peso bajo control.
El pollo es el alimento más común en todos los hogares y en algunos países de Latinoamérica es considerado hasta un remedio medicinal.
"Es por su gran fuente de proteínas, hierro y vitaminas", asegura el nutricionista Manuel Villacorta, asesor culinario y educador sobre alimentación saludable de Foster Farms, compañía que se dedica a la venta de esta ave.
La pechuga del pollo sin piel es de las más magras. Aunque por su popularidad, se comenzaron a hacer otros cortes en la carne de cerdo, de res y pavo que también están en el mismo nivel de calidad, como por ejemplo el lomo de puerco.
"La carne de pollo es muy popular y se hizo muy famosa porque cuando le quitas el pellejo a la pechuga no tiene nada de grasa y es jugosa", expresa Sylvia Meléndez-Klinger, dietista registrada y asesora culinaria de varias compañías de alimentos y bebidas.
El pollo comenzó a ser domesticado en el valle del Indo, río de Asia meridional, hace aproximadamente 4,500 años, desde ahí pasó a Persia (actual Irán) a través de los intercambios comerciales. Su consumo ha sufrido altibajos a lo largo de la historia. Tras la Guerra Mundial, el consumo de pollo se popularizó en gran medida debido a la cría industrial de esta ave.
Hace algunas décadas, comer pollo era considerado un lujo y en algunas culturas era reservado para acontecimientos importantes. Hoy en día, está al alcance de todos.
Se puede comer pollo casi con todo. Se puede preparar como platillo principal, en ensaladas, sopas y una gran variedad de platillos.
Villacorta dice que la carne de pollo contiene los nueve aminoácidos esenciales para el desarrollo y crecimiento del cuerpo. "Es realmente una proteína completa", expresa el experto.
Además, el pollo tiene vitamina B3 y ácido fólico, hierro, zinc, fósforo y potasio. Es rico en proteínas y vitamina A, tiamina, hierro, fósforo y ácido nicotínico.
En países de Latinoamérica es bien conocido que un caldo de pollo es bueno para reanimar a una persona enferma.
Villacorta dice que las abuelas realmente tenían razón, aunque no sabían exactamente por qué, ahora es sabido que el caldo de pollo tiene un gran valor vitamínico.
Según Villacorta, cuando un pollo es criado de manera natural tiene el beneficio de no agregar elementos químicos al cuerpo de quien lo consume.
Villacorta explica que un gran número de compañías agrega un alto contenido de sodio (sal) a sus productos para que duren más en el congelador y que al cocinarlos su sabor no tenga grandes cambios.
La compañía a la que representa Villacorta ha tenido gran éxito y reconocimiento por su campaña publicitaria de los Pollos Impostores (con aditivos y hormonas).
Meléndez-Klinger, con gran experiencia en nutrición, reconoce que consumir carne orgánica sería lo mejor porque es más limpia, sana y no es tratada con antibióticos específicos.
Sin embargo, asegura que eso no quiere decir que el resto de la carne no se pueda consumir o que sea malo hacerlo.
"Todavía se está investigando si hay algún efecto en la salud. En términos generales, el pollo es una carne sana. Hasta el momento no se ha verificado que por comer pollo con todos esos aditivos haya personas con tumores, cáncer, etc. Todo lo que se les pone a estos animales son sanos para consumo. Están bien controlados", explica la dietista.
El doctor Norman González, con especialidad en Naturopatía y experto en el funcionamiento hormonal, con práctica en Puerto Rico, explica que todas las hormonas utilizadas en los alimentos tienen un efecto secundario en quien las consume.
"Por ejemplo, ahora vemos que los adolescentes comienzan su etapa de desarrollo durante su niñez. Algunas niñas presentan su primera menstruación a los 7 años y los niños a los 12 ó 13 ya tienen cuerpos de hombres. Se debe al alto consumo de hormonas", asegura el médico, que tiene un programa radial en la Isla del Encanto.
No hay gran diferencia entre el sabor de un pollo orgánico y uno con aditivos. Los dos expertos en nutrición coinciden en que es muy difícil saber cuál es natural por la cantidad de ingredientes con que se preparan.
"Habría que tener un muy buen paladar para darse cuenta", expresa Meléndez-Klinger.
Villacorta explica que por el momento no hay regulaciones en las compañías para determinar qué es lo realmente natural y a qué pollos no se le agrega demasiado sodio.
Para Meléndez-Klinger lo más importante no es si un pollo tiene hormonas o no, el mayor problema es que todavía hay personas que desconocen cómo almacenar de manera correcta la carne.
Hay personas que dejan la carne sin congelar por mucho tiempo o que cuando la sacan a descongelar la dejan fuera del refrigerador.
Villacorta explica que una carne que no ha sido congelada tiene fecha de caducidad. Si para ese tiempo cree que no la va a cocinar, es mejor meterla a congelar.
"Congelada, no importa que se haya pasado la fecha de caducidad. No quiere decir que no sirva", explica.
Por su parte, Meléndez-Klinger dice que una carne debe ser congelada dentro del refrigerador a temperatura no inferior a los 45ºF.
"Hay que guardarla y cocinarla adecuadamente para evitar contaminación o algún problema de salud. Ahí es donde debemos tener cuidado", finaliza.

Fuente:

La Opinión Digital

3 de Abril de 2008



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