París, Francia.- Para adelgazar, dormir un poco más parece ser el mejor consejo, si se tienen en cuenta los numerosos estudios publicados que asocian falta de sueño con obesidad.
"Dormir más podría ser un buen consejo para estabilizar el peso o adelgazar y así luchar contra el sobrepeso y la obesidad", adelanta Karine Spiegel, investigadora en un organismo público francés (INSERM).
Si comer demasiado y no moverse lo suficiente juegan claramente un papel en el sobrepeso y la obesidad, datos recientes sugieren que no dormir lo suficiente también sería un factor de riesgo ampliamente subestimado.
Unos treinta estudios desarrollados en siete países en amplios grupos poblacionales, muestran un vínculo entre la falta de sueño y el sobrepeso o la obesidad en los adultos y los niños, añade Spiegel, doctora en neurociencias.
En la segunda mitad del siglo XX, el rápido aumento en la frecuencia de la obesidad en Estados Unidos se desarrolló de forma paralela a la disminución progresiva del tiempo dedicado a dormir, destacó la investigadora.
"Hemos demostrado que una reducción del sueño (dos noches de cuatro horas) estaba asociado a una reducción en un 18% de la leptina anorexígena (que corta el hambre) y a un aumento del 28% de la grelina, que al contrario, abre el apetito", explicó, refiriéndose a las dos hormonas claves que se producen de noche y que regulan el hambre.
La grelina es segregada por el estómago y la leptina por las células adiposas. "Esas modificaciones hormonales estaban, en efecto, asociadas a un aumento del hambre y del apetito", explicó.
EN MÉXICO, LA OBESIDAD, ALARMANTE El 30 por ciento de los mexicanos sufre obesidad aguda, lo que convierte a este país en el sexto más obeso del mundo.
Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública actualmente más de 70 millones de mexicanos tiene problemas de sobrepeso u obesidad.
Más de 4 millones de niños de entre 5 y 11 años, y más de 5 millones de jóvenes y adolescentes, sufren también estos trastornos.
"El problema es muy grave" dijo el doctor Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
"México tiene ya muchos obesos -dice el experto- pero todavía falta que recibamos el impacto del daño a la salud producido por esa obesidad, como diabetes, arterosclerosis, accidentes vasculares, tumores, etc.".
Estas enfermedades ya han aumentado de forma alarmante en el país, y según el doctor Ávila "todavía falta enfrentar lo peor".
Los expertos afirman que los mexicanos han optado por cambiar su dieta tradicional basada en maíz, cereales y leguminosas, por una dieta de comida rápida de pizzas, hamburguesas y refrescos.
Pero además de la dieta alta en grasas saturadas y azúcares y baja en fibra, vitaminas y minerales, prevalece el sedentarismo en el país.
Según el investigador, uno de los mayores problemas en México es el "bombardeo inescrupuloso de la publicidad" que promociona entre la población, particularmente la infantil, estilos de vida no saludables.
En México, dice, no existen condiciones para que la gente se alimente bien y haga ejercicio, y en cambio, hay muchas condiciones para que se alimente mal.
"Quien nos está enseñando a comer es la publicidad y nos está enseñando a comer muy mal y en exceso con la promoción del consumo de alimentos chatarra de altísima densidad energética".
"Y la promoción de un estilo de vida absolutamente sedentario", agrega. El problema, dice el investigador, no podrá enfrentarse sólo con recomendaciones a la gente para comer bien y hacer ejercicio.
Será necesario implementar una política pública de información adecuada "que compense los excesos de la publicidad".
Si no se corrige esta tendencia habrá un grave problema de la cada vez más precoz diabetes, cáncer y otras enfermedades provocadas por la obesidad. "Antes veíamos que la diabetes tipo 2 aparecía a los 60 años -dice el experto- ahora está apareciendo a los 20 años".
"Dormir más podría ser un buen consejo para estabilizar el peso o adelgazar y así luchar contra el sobrepeso y la obesidad", adelanta Karine Spiegel, investigadora en un organismo público francés (INSERM).
Si comer demasiado y no moverse lo suficiente juegan claramente un papel en el sobrepeso y la obesidad, datos recientes sugieren que no dormir lo suficiente también sería un factor de riesgo ampliamente subestimado.
Unos treinta estudios desarrollados en siete países en amplios grupos poblacionales, muestran un vínculo entre la falta de sueño y el sobrepeso o la obesidad en los adultos y los niños, añade Spiegel, doctora en neurociencias.
En la segunda mitad del siglo XX, el rápido aumento en la frecuencia de la obesidad en Estados Unidos se desarrolló de forma paralela a la disminución progresiva del tiempo dedicado a dormir, destacó la investigadora.
"Hemos demostrado que una reducción del sueño (dos noches de cuatro horas) estaba asociado a una reducción en un 18% de la leptina anorexígena (que corta el hambre) y a un aumento del 28% de la grelina, que al contrario, abre el apetito", explicó, refiriéndose a las dos hormonas claves que se producen de noche y que regulan el hambre.
La grelina es segregada por el estómago y la leptina por las células adiposas. "Esas modificaciones hormonales estaban, en efecto, asociadas a un aumento del hambre y del apetito", explicó.
EN MÉXICO, LA OBESIDAD, ALARMANTE El 30 por ciento de los mexicanos sufre obesidad aguda, lo que convierte a este país en el sexto más obeso del mundo.
Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública actualmente más de 70 millones de mexicanos tiene problemas de sobrepeso u obesidad.
Más de 4 millones de niños de entre 5 y 11 años, y más de 5 millones de jóvenes y adolescentes, sufren también estos trastornos.
"El problema es muy grave" dijo el doctor Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
"México tiene ya muchos obesos -dice el experto- pero todavía falta que recibamos el impacto del daño a la salud producido por esa obesidad, como diabetes, arterosclerosis, accidentes vasculares, tumores, etc.".
Estas enfermedades ya han aumentado de forma alarmante en el país, y según el doctor Ávila "todavía falta enfrentar lo peor".
Los expertos afirman que los mexicanos han optado por cambiar su dieta tradicional basada en maíz, cereales y leguminosas, por una dieta de comida rápida de pizzas, hamburguesas y refrescos.
Pero además de la dieta alta en grasas saturadas y azúcares y baja en fibra, vitaminas y minerales, prevalece el sedentarismo en el país.
Según el investigador, uno de los mayores problemas en México es el "bombardeo inescrupuloso de la publicidad" que promociona entre la población, particularmente la infantil, estilos de vida no saludables.
En México, dice, no existen condiciones para que la gente se alimente bien y haga ejercicio, y en cambio, hay muchas condiciones para que se alimente mal.
"Quien nos está enseñando a comer es la publicidad y nos está enseñando a comer muy mal y en exceso con la promoción del consumo de alimentos chatarra de altísima densidad energética".
"Y la promoción de un estilo de vida absolutamente sedentario", agrega. El problema, dice el investigador, no podrá enfrentarse sólo con recomendaciones a la gente para comer bien y hacer ejercicio.
Será necesario implementar una política pública de información adecuada "que compense los excesos de la publicidad".
Si no se corrige esta tendencia habrá un grave problema de la cada vez más precoz diabetes, cáncer y otras enfermedades provocadas por la obesidad. "Antes veíamos que la diabetes tipo 2 aparecía a los 60 años -dice el experto- ahora está apareciendo a los 20 años".
Fuente:
El Porvenir
7 de Abril de 2008
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