Los beneficios para el organismo de esta milenaria planta son casi innumerables. Le contamos los más importantes así como una buena opción para aprender a diferenciar las distintas variedades que existen
Los primeros en hablar de los efectos positivos del té fueron los chinos. Y es que es en China donde comienza a tomarse esta milenaria infusión hacia el año 3.000 a.C.
1.500 millones. Al día y en todo el mundo. Hablamos, de forma aproximada, del número de tazas de té que en sólo 24 horas son degustadas a lo largo y ancho del planeta (de hecho, se trata de la bebida más consumida, sólo superada por el agua). Pero... ¿por qué tanta popularidad? Pues bien, más allá de su sabor (como siempre, dentro del terreno de lo subjetivo), el consumo de esta milenaria planta empezó a extenderse gracias a sus efectos positivos para el organismo. Los primeros en descubrirlos fueron los chinos (es en China donde comienza a tomarse té hacia el año 3.000 a.C), quienes pronto percibieron en él beneficios como disminución de la fatiga y una cierta capacidad para ayudar a mantener la mente despierta. También el mundo musulmán comenzó pronto a infusionarlo y usarlo, paradójicamente, como bebida refrescante (la infusión calienta el organismo y causa una rápida evaporación de la humedad de la piel, fenómeno que contribuye a eliminar la sensación de calor).Muchísimos años después llegaron los estudios científicos para avalar estas propiedades y descubrirnos otras nuevas. Así, de forma genérica y siempre teniendo en cuenta que el consumo del té (como ocurre casi siempre) debe producirse de forma moderada, podemos destacar los siguientes beneficios: es astringente; ayuda a prevenir la arteriosclerosis y a evitar las infecciones; es muy rico en antioxidantes (que previenen el antienvejecimiento); puede ayudar a recudir el colesterol; facilita la eliminación de grasas (en especial el té rojo conocido, como ‘quemagrasas’), es diurético; previene algunos tipos de cáncer y disminuye el riesgo de enfermedades coronarias.Sin duda, toda una medicina natural que encierra no pocos secretos, no sólo relacionados con la salud. Por ejemplo, ¿sabía que el té se puede comprar puro, cortado, triturado, quebrado, machacado o prensado?, ¿o que existen tés desteínados?... Si le apetece continuar descubriendo estas y otras peculiaridades relativas al mundo del té, una buena opción es la propuesta por la cadena Tea Shop y sus ‘Talleres de Cata’, que reanudan actividad en Barcelona durante octubre y noviembre en sus locales T-Room Barcelona y Tea Shop Montcada. (más información http://www.teashop.es/).
Fuente:
Hola.com
11 de Octubre de 2007
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