La alimentación es determinante para el crecimiento y el desarrollo del individuo y, en definitiva, para una buena salud. Una forma sencilla de llevar a cabo una dieta sana y equilibrada y conocer los alimentos que se deben comer cada día es a través de la pirámide alimentaria.
En lo alto de la pirámide se encuentran los alimentos que debemos consumir de forma ocasional y los que se sitúan cerca de la base, alimentos como verduras y frutas, son los que debemos consumir a diario.
El vino y la cerveza, sí, pero con moderación
La Sociedad Española de Nutrición Cominitaria, SENC, ha actualizado la pirámide incorporando algunas modificaciones. Una de ellas es la incorporación de bebidas fermentadas de baja graduación, como la cerveza y el vino, que se pueden tomar de forma opcional, siempre y cuando el consumidor sea un adulto y lo haga con moderación. Si bien, cabe destacar que el alcohol sólo aporta calorías y no tiene nutrientes.
Hacer ejercicio y beber mucha agua
También debemos recordar que el buen estado de salud no sólo depende de unos buenos hábitos alimenticios. La SENC explica que es recomendable compaginar el ejercicio físico, dedicando al menos 30 minutos al día, y destaca la importancia de beber más de dos litros de agua al día.
La Estrategia para la Nutrición, la Actividad Física y la Prevención de la Obesidad (NAOS) ha incorporado a la pirámide diferentes actividades físicas junto a los alimentos que deben consumirse así como su frecuencia. El objetivo para la NAOS es fomentar la práctica de deporte y la actividad física, especialmente en la infancia y la juventud.
La pirámide alimentaria se divide en cinco niveles:
1. Primer nivel: cereales, legumbres e hidratos de carbono.2. Segundo nivel: verduras, hortalizas y frutas.
3. Tercer nivel: lácteos, carnes y pescados y proteínas.
4. Cuarto nivel: grasas.
5. Quinto nivel: azúcares.
Para seguir una dieta sana y equilibrada debemos:
- Buscar la variedad en nuestra alimentación.
-Comer en función del ejercicio que se lleve a cabo durante el día.
-Ingerir alimentos bajos en sal y sodio.
-Moderar el consumo de azúcares.
-Restringir el uso de bebidas alcohólicas.
-Hacer una dieta protagonizada por la fruta, la legumbre y la verdura.
-Reducir drásticamente la grasa de las comidas.
-Descansar y dormir las horas necesarias, sobre todo en los niños.
En lo alto de la pirámide se encuentran los alimentos que debemos consumir de forma ocasional y los que se sitúan cerca de la base, alimentos como verduras y frutas, son los que debemos consumir a diario.
El vino y la cerveza, sí, pero con moderación
La Sociedad Española de Nutrición Cominitaria, SENC, ha actualizado la pirámide incorporando algunas modificaciones. Una de ellas es la incorporación de bebidas fermentadas de baja graduación, como la cerveza y el vino, que se pueden tomar de forma opcional, siempre y cuando el consumidor sea un adulto y lo haga con moderación. Si bien, cabe destacar que el alcohol sólo aporta calorías y no tiene nutrientes.
Hacer ejercicio y beber mucha agua
También debemos recordar que el buen estado de salud no sólo depende de unos buenos hábitos alimenticios. La SENC explica que es recomendable compaginar el ejercicio físico, dedicando al menos 30 minutos al día, y destaca la importancia de beber más de dos litros de agua al día.
La Estrategia para la Nutrición, la Actividad Física y la Prevención de la Obesidad (NAOS) ha incorporado a la pirámide diferentes actividades físicas junto a los alimentos que deben consumirse así como su frecuencia. El objetivo para la NAOS es fomentar la práctica de deporte y la actividad física, especialmente en la infancia y la juventud.
La pirámide alimentaria se divide en cinco niveles:
1. Primer nivel: cereales, legumbres e hidratos de carbono.2. Segundo nivel: verduras, hortalizas y frutas.
3. Tercer nivel: lácteos, carnes y pescados y proteínas.
4. Cuarto nivel: grasas.
5. Quinto nivel: azúcares.
Para seguir una dieta sana y equilibrada debemos:
- Buscar la variedad en nuestra alimentación.
-Comer en función del ejercicio que se lleve a cabo durante el día.
-Ingerir alimentos bajos en sal y sodio.
-Moderar el consumo de azúcares.
-Restringir el uso de bebidas alcohólicas.
-Hacer una dieta protagonizada por la fruta, la legumbre y la verdura.
-Reducir drásticamente la grasa de las comidas.
-Descansar y dormir las horas necesarias, sobre todo en los niños.
Fuente:
Eleconomista.es
16 de Octubre de 2007
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