viernes, 18 de julio de 2008

Más evidencias: cuidar la nutrición de la madre protege a los hijos


Durante el embarazo la alimentación cobra especial interés ya que una de las principales obligaciones de la madre es proporcionar al feto los nutrientes necesarios para su completo desarrollo.
Marta Escavias de Carvajal. marta.escavias@unidadeditorial.es 14/07/2008
Es una circunstancia especial donde se ven afectadas dos personas y en la que, según recientes ensayos, un buen cuidado alimenticio puede evitar patologías en el recién nacido como trastornos mentales, hipercolesterolemia u obesidad. Así lo demuestran diversas investigaciones sobre este ámbito como un trabajo realizado por el Instituto de Nutrición de la Universidad Complutense (UCM) que señala que la mayor parte de las mujeres comienza su periodo de gestación con una situación nutricional desfavorable. "No influye que la persona sea delgada o gorda, sino la dieta que lleve", aclara Rosa María Ortega, profesora de Nutrición. Este hecho favorece el padecimiento de náuseas, vómitos y puede poner en peligro la salud del descendiente. Ortega alerta de que, pasados los cuatro primeros meses de gestación, las necesidades de energía aumentan en torno al diez por ciento, pero la de otros alimentos se incrementa en mayor proporción, por lo que "es más difícil lograr una situación correcta y los desequilibrios pueden provocar riesgos en la salud de ambos", concluye.Dieta 'basura'Recientemente se ha comprobado que la dieta calificada como basura -pobre en nutrientes y rica en grasas- también puede provocar daños en la prole a largo plazo, entre los que se incluirían obesidad, hipercolesterolemia e hiperglucemia. A esta conclusión ha llegado un equipo del Royal Veterinary College, de la Universidad de Londres, que investigó el año pasado con roedores: los que ingirieron una alimentación rica en grasa, azúcar y sal durante la gestación parían animales que tendían más a comer y se decantaban antes por la dieta basura que por otro tipo de ingredientes.Estos datos, publicados en The Journal of Physiology, se han actualizado para demostrar que este tipo de alimentación, a largo plazo, afecta al metabolismo. Además, apuntaron otros problemas como un elevado riesgo de colesterol, de aparición de azúcar en sangre e incluso un adelanto de la etapa de la pubertad.EquilibrioPara Rita Soler, farmacéutica comunitaria y exvocal de alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Tarragona, lo ideal es llevar a cabo un equilibrio alimenticio. Mª Dolores Juliá, de Endocrinología ginecológica del Hospital Universitario La Fe de Valencia, comparte esta opinión y advierte de que en la dieta de toda gestante no debe faltar "un aporte de proteínas, hidratos de carbono y grasas, en proporciones adecuadas, así como minerales y vitaminas". Especialmente la D, cuya carencia, según un estudio elaborado por la Universidad de Manitoba (Estados Unidos) y que se expuso en el Congreso Internacional de Investigación Dental, que tuvo lugar en Toronto la semana pasada, puede ocasionar problemas graves en la dentadura del bebé. Otra asignatura pendiente es la ingesta recomendada de 200 microgramos diarios de yodo, fundamental en la formación de las hormonas tiroideas y la evolución cerebral del niño. Su insuficiencia aumenta el riesgo de retraso mental, bocio e hipotiroidismo en el hijo. Pasada la etapa de gestación, el recién nacido no debe abandonar las buenas costumbres. Si continúa con una dieta saludable, como indica un trabajo publicado en el último número de Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, ayuda a un mejor desarrollo intelectual.Nutrientes esenciales para la madre y el embriónUna ingesta adecuada de calcio, folatos, hierro y yodo ayuda a prevenir enfermedades.Calcio- Durante la gestación hay un aumento de la absorción y de la retención del calcio. Además, los requerimientos del feto son mayores en el tercer trimestre debido a la formación de dientes y al crecimiento óseo.- El aporte insuficiente de calcio, puede afectar negativamente al contenido mineral óseo de la madre y aumentar el riesgo de padecer osteoporosis en etapas más avanzadas de la vida.Hierro- Las necesidades de hierro también son mayores durante la gestación, debido al incremento de la masa sanguínea, del número de hematíes, y al crecimiento feto-placentario.- La mayoría de las mujeres con depósitos normales de hierro, no necesita suplementación. Sin embargo, es aconsejable suplementar con 30 mg por día a partir del cuarto mes de embarazo.Folatos- Los folatos se incrementan durante la gestación, por un lado para cubrir la síntesis de ADN demandada por el rápido desarrollo fetal, de la placenta y de los tejidos maternos y, por otro, por el incremento de la eritropoyesis y la necesidad de compensar la mayor excreción urinaria. Las recomendaciones de ácido fólico están aumentadas en un 50 por ciento en la mujer gestante en comparación con la no gestante.Yodo- El yodo interviene en la síntesis de hormona tiroidea, que es necesaria para la función normal del sistema nervioso central.- Hay estudios que apuntan que una de cada cuatro gestantes tiene ingestas inferiores al 50 por ciento de las recomendadas, y existe en estos casos un aumento del riesgo de tener recién nacidos con cociente intelectual inferior al que les correspondería genéticamente


Fuente:

Correo Farmacéutico

18 de Julio de 2008



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