viernes, 28 de septiembre de 2007

“Una vida sana necesita del hierro”



Texto: Zuheilly Afanador Ferrer
“La deficiencia de hierro, por lo general, tiene un origen dietético”. “El hierro orgánico constituye el 10% de los alimentos que ingerimos en la dieta y es el mejor absorbido”. “A medida de que el cereal es más refinado, pierde más la capacidad de absorción del hierro”.
Según registros del subcomité de nutrición de las Naciones Unidas, la deficiencia de hierro afecta en un 48% a los niños menores de dos años, 35% en edades preescolares (de 2 a 6 años), 53% en escolares (de 7 a 12) y 3,5 billones de personas en todo el mundo.
En el Congreso Nacional de Pediatría que actualmente se realiza en el Palacio de Eventos de Maracaibo, la doctora Zelinda Mariño, médico cirujano con postgrado de pediatría, y de medicina del adolescente, resaltó la importancia del hierro en el proceso de crecimiento.
Llevó a colación el caso de Venezuela donde, según el Instituto Nacional de Nutrición, el 50% de los niños menores de dos años padecen de anemia y el 48% de déficit de hierro.
Enumeró los alimentos que obstaculizan la absorción de nutrientes y los impedimentos físicos y psicológicos que posee una persona anémica.
—¿Por qué prevenir la deficiencia del hierro?
—La deficiencia de hierro en nuestro país constituye un problema grave de salud pública. Para los que trabajamos en los hospitales y estamos a diario hospitalizando pacientes nos preocupa muchísimo que los pacientes, con su diagnóstico de ingreso, llevan anexo el diagnóstico de anemia y ahora, actualmente, además de eso, llevan desnutrición.
—¿La deficiencia de hierro está asociada entonces a signos de desnutrición?
—Es condición de un déficit nutricional. La deficiencia de hierro, por lo general, tiene un origen dietético considerando que la cantidad que absorbe el organismo no satisface los requerimientos fisiológicos. Es importante que tomemos en cuenta que esta deficiencia se presenta, principalmente, en los períodos de crecimiento rápido, la menstruación y la lactancia. No debemos descuidar a estas madres que lactan porque ellas generalmente toman las previsiones durante el embarazo, pero se olvidan que durante la lactancia también necesitan tener buenos requerimientos de hierro. Para tener una vida sana en todo momento hay que consumir hierro.
—¿Cuándo se puede hablar de un cuadro de anemia?
—Cuando hablamos de anemia nos referimos a una hemoglobina por debajo de 11,5 gramos por decilitros; valores de ferritina por debajo de 10 nanogramos y hierro por debajo de 60.
—¿Cómo se produce la deficiencia de hierro?
—Eso pasa por varias fases. Primero la reducción y agotamiento de las reservas, luego la reducción de los glóbulos rojos y la concentración de hemoglobina.
—¿Dónde se encuentra la disponibilidad biológica del hierro?
—Hay dos grandes grupos: el hierro orgánico constituye el 10% de los alimentos que ingerimos en la dieta y es el mejor absorbido. Se encuentra en las proteínas de alto valor como lo son la carne, el pollo y el pescado. El hierro inorgánico constituye el 90% que ingerimos en la dieta y están en las leguminosas, los granos, cereales, verduras, frutas, leche y huevos.
—En el caso de los lactantes, ¿cómo beneficiaría la leche materna y las fórmulas infantiles en cuanto a la absorción de hierro?
—La absorción se realiza a través de la lactancia materna en un 50% y por eso la importancia de que las madres mantengan su reserva de hierro. La leche de vaca se absorbe en un 10% y las fórmulas infantiles fortificadas con hierro en un 3,5 a 4%. La lactancia materna tiene mucha mejor absorción.
—En el caso de las adolescentes donde la pérdida de sangre a través de la menstruación es constante, ¿necesitarían tomar más hierro?
—Las adolescentes necesitan quizás más calcio y hierro que los varones, debido a que las comidas que prefieren e ingieren son muy malas en cuanto a nutrientes. Ellos son fanáticos de la comida rápida y pocos dados a comer vegetales o frutas en cantidades importantes. También hay que tomar en cuenta que hay menstruaciones abundantes y por supuesto que todo esto influye.
—¿Qué otros factores pudieran afectar la absorción del hierro?
—El grupo de los polifenoles como el café y té. Los fitatos como el maíz, el trigo, las legumbres y la soya. Hay que hacer una especie de compensación; si sabemos que tomamos mucho café por lo menos debemos aumentar la ingesta de frutas. Otras causas que también hacen interacción con la absorción de los nutrientes son el refinamiento de los cereales. A medida de que el cereal es más refinado, pierde más la capacidad de absorción del hierro. También cuenta la pérdida de líquidos corporales cuando hay hemorragias, diarreas y hasta por exceso de sudoración. El uso de drogas de uso frecuentes como los laxantes, anticonceptivos y el tabaco también se suman a la lista.
—Entendiendo ahora la importancia de la ingesta de hierro, ¿podría explicar exactamente cuáles serían esas consecuencias para la salud al no consumirlo?
—Tiene un gran impacto en el desarrollo cognitivo, en el crecimiento y la capacidad física de los lactantes, preescolares y escolares, alteración además del sistema inmunológico y del aumento de la morbilidad debido a infecciones. En niños que atraviesan procesos crónicos de anemia pueden disminuir el coeficiente intelectual hasta en seis puntos. Las funciones gastrointestinales se deterioran y se alteran en la replicación y reparación del ADN y reducción de la capacidad de fagocitosis y de los leucocitos, y eso los hace más propensos a las infecciones y aumento en el riesgo de intoxicación por metales pesados.

Fuente:

Panorama.com.ve

28 de Septiembre de 2007



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