viernes, 14 de septiembre de 2007

¡Prepárate un sándwich y vive mejor!


RPP) De cada diez peruanos, tres presentan anemia, por ello alimentarse bien es vital. El secreto es hallar un pan agradable y con los nutrientes necesarios.
Al igual que en el resto del mundo, el Siglo XXI envolvió a los peruanos en un ritmo de vida veloz donde los momentos de reunión familiar, comer en casa, se volvieron una especie en extinción. En tiempos de apuros, la alimentación se deteriora. Por ello, al preguntarnos qué estamos comiendo, se nos viene a la cabeza la “comida chatarra” (los fast food), con sus consecuencias fatales por los ácidos grasos trans, sobrepeso y desbalanceada alimentación. Entonces, acorde con las tendencias de retorno a lo natural, a cuidar la salud, así surge una alternativa ideal una manera sencilla y nutritiva de mantener el estilo de vida actual sin descuidar nuestro cuerpo: el sándwich.
Según estudios nacionales, uno de cada dos peruanos come fast food. Somos un país que sufre enfermedades ocasionadas por trastornos alimenticios por ambos extremos, sea por déficit o por exceso de alimentos. De cada cuatro peruanos, mayores de 20 años, uno tiene sobrepeso. De cada diez, uno presenta obesidad, con mayor tendencia en las mujeres. Y eso que sólo cubrimos las tres cuartas partes del requerimiento calórico y el 50% de requerimiento de fibra del día. En una sociedad donde, de cada 10 peruanos, tres (un varón, dos mujeres) tienen anemia, una de cada dos embarazadas también lo presenta y uno de cada 4 niños menores de 5 años tiene desnutrición crónica, Ante estos problemas de salud pública el sándwich aparece como una alterantiva de respuesta para tomar conciencia de alimentarse bien a pesar de mantener un ritmo de vida agitado.
Con la finalidad de difundir los mil beneficios de este delicioso platillo es que Bimbo lanza su campaña “Haz Sándwich”, para conocer más sobre su valor nutricional, desterrar la idea errónea de que todos los bocadillos engordan y reafirmar el hecho de que vivir rápido no significa vivir mal alimentado.
Desde los tiempos del “Conde de Sándwich”
Aunque las raíces del sándwich va de tiempos inmemorables, los registros tal como lo conocemos viene del Siglo XVIII, con “El Cuarto Conde de Sándwich”, un famoso inglés de la época, tan aficionado a los juegos de mesa que, para no romper su ritmo de juego, solía pedir -para alimentarse- un trozo de carne aderezada en medio de dos rodajas de pan. La costumbre se hizo una moda y hoy es un nutritivo platillo que lleva el nombre del Conde y que representa toda una cultura de vida.
Y en nuestros tiempos, el noble sándwich no sólo mantiene su atractivo de ser fácil de preparar y delicioso sino que va perdiendo aquella mala fama de que comer pan es atiborrarse de calorías. Más allá de su nutrida cantidad de hidratos, en general son los rellenos los que elevan las calorías. La clave es saber elegir un pan agradable pero fortificado con hierro, ácido fólico, tiamina, riboflavina y zinc, para ser combinado con carnes, vegetales o frutas. Mil combinaciones que pueden ser usadas para un almuerzo en la oficina, única comida un domingo al mediodía o mitigar el hambre entre almuerzo y cena. Lo mejor es que no se necesita ser chef para armar la tentadora propuesta.
Los sándwich son una opción deliciosa, nutritiva, práctica y hasta divertida por la infinidad de combinaciones que pueden existir. No es imposible llevar una alimentación adecuada. El sándwich puede ser consumido en cualquier hora, es fácil de preparar, fácil de llevar, útil tanto en almuerzos como en cenas o incluso en tomas intermedias y en cualquier lugar. Siempre hay uno para cada persona, pues hay miles de combinaciones deliciosas y muy nutritivas.
Además, es una alternativa divertida de complementar la dieta teniendo sándwich desde calóricos a light, proteicos, vegetarianos, entre otros. Sin dejar de ser completos, puede incluir los tres grupos de alimentos. Primero, los constructores (leche yogurt, quedo, pescado, carnes rojas, aves) ricos en proteínas. Segundo, los reguladores (verduras, hortalizas, frutas) ricos en vitaminas y minerales para activar el metabolismo. Y tercero, los energéticos (cereales: pan blanco, pan integral 100% prebiótica, pan cero, pan integral light, etc; menestras, oleaginosas, tubérculos) ricos en carbohidratos, que aportan energía para las actividades del día.
Nutritivo y práctico, el sándwich es la alternativa perfecta para mantener el ritmo de vida y mantener también el cuerpo no sólo sano sino también en forma.


Fuente:

RPP NOTICIAS

14 de Septiembre de 2007



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