lunes, 10 de septiembre de 2007

Aprende a saber qué tipo de piel tienes


Aunque en el mercado cada vez es más alta la oferta de cremas y lociones que prometen dejar un cutis suave y terso, no es llegar y llevar las que nos parece mejor. Y es que las necesidades de la piel dependerán de su tipo de clasificación dermatológica. ¿Cual es la tuya?
Por Claudia Tapia D.
SANTIAGO, septiembre 10.- Todas sabemos que para demorar la llegada de los años al rostro, las cremas son nuestras mejores aliadas. Sin embargo, son pocas las mujeres que en realidad saben cuál de todas las que ofrecen las diferentes marcas, es la mejor para el tipo de piel que poseen. Peor aún, la mayoría tiene una vaga idea de a qué grupo pertenece su propia piel. Acá te sacamos de todas las dudas.
Tu cutis puede ser mixto, graso, seco o normal y dependiendo de ello será el tratamiento de belleza diario que deberás realizar. “Es importante saber qué tipo de piel se tiene. Si estamos frente a una patología, por ejemplo, hay que ver qué medicamento usar, dependiendo de la grasa que tenga la persona. Sobre todo, eso es necesario para seleccionar los productos cosméticos y medicamentos que se usan”, advierte el doctor Cristián González, dermatólogo de Clínica Dávila.
El especialista señala que las diferencias entre uno y otro tipo de piel se deben a la distribución de la grasa en la cara. En ese sentido, la más frecuente es la mixta y se reconoce a través de la zona T, que es una mayor cantidad de grasa en la frente, nariz y mentón.
Señales claras
Piel Normal:Es muy difícil de encontrar y se caracteriza por su casi imperceptible abertura de poros. Por lo general, se aprecia flexible, iluminada y suave a simple vista. Se parece mucho a la piel que teníamos en la infancia. Se debe limpiar todas las noches con crema o leche desmaquillante, para luego terminar con una loción que cierre los poros efectivamente. Para las horas nocturnas, esta piel requiere una crema nutritiva y para el día una crema humectante. No necesita grandes cuidados extras.
Piel Mixta:Como se explicó anteriormente, es la más común de todas. Presenta una secreción sebácea importante en toda la zona T, mientras el resto del rostro se destaca por su sequedad. Por ello, debe ser tratada con sumo cuidado, velando que las cremas más grasosas sólo se queden en la parte del cutis en que son necesarias. Lo mejor es aplicarlas con cotonitos y mediante movimientos suaves. El usar sólo artículos para piel grasa puede dañar seriamente las zonas secas de tu rostro. Asimismo, es bueno desmaquillarla con lociones de ph neutro, mediante el uso de algodones.
Piel grasa: Se da principalmente en la etapa de la pubertad por los cambios hormonales que se viven en hombres y mujeres. No obstante, persiste en muchos casos. Destaca por presentarse –naturalmente- en extremo oleosa y brillosa. Es mucho más normal en las personas de tez morena que en las de tez clara. “Hay que tener primero cuidado con la alimentación y evitar los alimentos ricos en grasas. Se deben usar jabones hipoalergénicos y no ‘comedogénicos’, es decir, libres de aceites, colorantes y fragancias irritantes, para que la piel grasa no termine en acné. En ese sentido, es recomendable usar factores solares que sean preparados en base a gel. También se aconseja usar cosméticos de buena calidad (hipoalergénicos y no comedogénicos) y retirarse el maquillaje en las noches”, afirma el doctor de Clínica Dávila. Las cremas y geles de limpieza, de hidratación y nutritivos deben ser exclusivamente formulados para la piel grasa.
Piel seca:Es una piel muy fina, que se descama con facilidad y tiene un tono opaco cuando está en su estado natural. Aquí las marcas de expresión se mantienen por más tiempo que en una normal, por lo mismo, hay una mayor incidencia a la proliferación de arrugas. “No hay que exponer el cutis al frío, porque se aumenta más la sequedad de la piel. Se debe tomar mucho líquido y usar cremas humectantes y jabones hipoalergénicos con PH adecuado para la piel”, aconseja el dermatólogo. Lo mejor es evitar los polvos de maquillaje y optar por las bases hidratantes.
Pero si todavía sigues con dudas con respecto a tu tipo específico de cutis, lo mejor es buscar el consejo de un profesional médico del área. “El examen hecho por el dermatólogo puede distinguir fácilmente el tipo de piel de cada persona”, concluye Cristián González.


Fuente:

Terra

10 de Septiembre de 2007



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