La lactancia materna no sólo brinda beneficios nutricionales y afectivos al bebé, sino que también ayuda a mejorar la calidad de vida de la madre.
“Hoy se sabe que las mujeres que dan de lactar son menos propensas a contraer cáncer en el seno, de ovarios, anemia y osteoporosis”, explicó el doctor Luis Tello Bernuy, del Centro de Orientación Ninet de Química Suiza.
Estudios científicos revelan que el acto de amamantar produce la maduración del tejido mamario, haciéndolo más resistente a la neoplasia de mama.
En ese sentido, el especialista recomendó a las madres brindar a sus bebés lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y después de esta etapa ofrecerles alimentación complementaria acompañada del amamantamiento hasta los dos años de edad.
“La Organización Panamericana de la Salud indica que el acto infantil de succionar el seno ayuda a reducir la pérdida de sangre de la madre después del parto, estimula el flujo de leche en los senos y refuerza el apego entre la madre y el bebé”, explica Tello Bernuy.
A los bebés la leche materna los ayuda a prevenir la diarrea, eczemas, alergias alimenticias y respiratorias. También incrementa su capacidad cognoscitiva general, sus habilidades verbales, cuantitativas y memoria. Además, desarrolla su capacidad para reaccionar rápidamente, mantenerse alerta y realizar actividad corporal, pero por sobre todo refuerza el vínculo afectivo madre-hijo.
El Centro de Orientación Ninet para la madre y el niño investiga, asesora, promociona y desarrolla buenas prácticas de salud - materno infantil.
“Hoy se sabe que las mujeres que dan de lactar son menos propensas a contraer cáncer en el seno, de ovarios, anemia y osteoporosis”, explicó el doctor Luis Tello Bernuy, del Centro de Orientación Ninet de Química Suiza.
Estudios científicos revelan que el acto de amamantar produce la maduración del tejido mamario, haciéndolo más resistente a la neoplasia de mama.
En ese sentido, el especialista recomendó a las madres brindar a sus bebés lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y después de esta etapa ofrecerles alimentación complementaria acompañada del amamantamiento hasta los dos años de edad.
“La Organización Panamericana de la Salud indica que el acto infantil de succionar el seno ayuda a reducir la pérdida de sangre de la madre después del parto, estimula el flujo de leche en los senos y refuerza el apego entre la madre y el bebé”, explica Tello Bernuy.
A los bebés la leche materna los ayuda a prevenir la diarrea, eczemas, alergias alimenticias y respiratorias. También incrementa su capacidad cognoscitiva general, sus habilidades verbales, cuantitativas y memoria. Además, desarrolla su capacidad para reaccionar rápidamente, mantenerse alerta y realizar actividad corporal, pero por sobre todo refuerza el vínculo afectivo madre-hijo.
El Centro de Orientación Ninet para la madre y el niño investiga, asesora, promociona y desarrolla buenas prácticas de salud - materno infantil.
Fuente:
RPP Noticias
5 de Septiembre de 2007
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