martes, 25 de septiembre de 2007

Una dieta a la medida


Las mujeres que están en las cuatro décadas experimentan un sinfín de cambios que deben compensar

El Universal

Martes 25 de septiembre de 2007

Paralelamente, después de la cuarta década se modifica la distribución, ya que se acumula más grasa en el tronco que en las extremidades.
A partir de los 40, otro de los cambios importantes consiste en la disminución de la masa magra (agua y músculo) y masa ósea (hueso). La pérdida de masa muscular conduce a una reducción de la fuerza física.
Respecto a la masa ósea, es entre los 30 y los 35 años de edad cuando está en su punto más elevado y, a partir de entonces, se inicia una pérdida gradual de la misma.
Por otra parte, las mujeres suelen tener especiales problemas de salud y nutrición antes y durante la menopausia, como consecuencia de una menor producción de estrógenos.
Mantente delgada
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, a partir de los 40 años las necesidades de energía disminuyen 5% cada década, al reducirse el metabolismo basal.
En otras palabras, el cuerpo necesita menos energía en situaciones de reposo para mantener las funciones vitales: bombeo de sangre, conservación de la temperatura corporal, etcétera.
Esto se traduce en la necesidad de un aporte calórico menor, hecho que no suele ser considerado y origina el aumento de peso.
Pero en nuestros días, hay otros fenómenos desencadenantes del sobrepeso: menos tiempo programado para la alimentación, más comidas fuera del hogar, mayor consumo de alimentos procesados y menor de comidas preparadas en casa.
La batalla contra el exceso de peso se da en muchos frentes, pero la base es la misma: combinar equilibradamente lo que comemos.
En general, los nutriólogos recomiendan:
• Consumo abundante de frutas y verduras cada día.
• Evitar los alimentos ricos en grasas saturadas (carne de cerdo, jamón, tocino, embutidos, salchichas...) y aceites vegetales que por lo regular, se hallan en margarinas y manteca vegetal utilizada para cocinar comidas rápidas.
• Incluir alimentos ricos en fibra, de la que se deben consumir 25-35 gramos. La fuente más rica de fibra son los granos, como los cereales.
• Consumir muy pocos (o nada dulces y golosinas)
• Tomar ocho vasos de agua al día.
• En caso de ser necesario, para compensar los aspectos inadecuados en la dieta, consumir los suplementos de vitaminas y minerales que prescriba un nutriólogo.
También hay en el mercado programas dietéticos que conviene analizar. Por ejemplo, se está dando difusión al ideado por Arlene Olsen, esposa de uno de los fundadores de Tahitian Noni International (una empresa multinacional estadounidense impulsada por la investigación de los beneficios de la planta de noni, fruta considerada como el pilar de la civilización polineasia, (www.tahitiannoni.com/mexico).
El noni ha dado lugar a un sistema de alimentación que, según dijeron representantes de la firma, “no sólo es capaz de eliminar kilos, sino también de evitar el rebote”.
En un testimonio que se dio a conocer durante la reunión, Arlene Olsen asentó: “Siempre he sido una persona enfocada en la salud; trato de comer bien y hago ejercicio regularmente, pero en los últimos años mi peso comenzó a aumentar...
“Luego comencé a leer acerca de las mujeres de mi edad y entendí que los programas que pueden funcionar para hombres o gente joven no tienen los ingredientes que las mujeres de mediana edad necesitamos. Así que decidí encontrar un programa para mí: Tahiti Trim Plan 40”.
Este se basa en:
• Un sistema de limpieza y depuración interna
• Evitar los antojos
• Comer de manera “inteligente”
• Suplementos apropiados
Para llevar a cabo este programa es necesario consumir:
• Una bebida limpiadora
• Vitaminas esenciales para mujeres de edad mediana
• Productos con ácidos grasos
• Producto con soya sin organismos genéticamente modificados
• Ideas de rutinas de ejercicios fáciles pero efectivos.
¿Qué tan efectivo resulta este método? Vale más que ustedes lo averigüen con un nutriólogo.
Hay otras dietas reductoras; las más eficaces son las que se basan en el método La Zona, del médico estadounidense Barry Sears, y la de los weight wachers, que asigna determinado valor numérico a cada alimento y cada quien arma su menú. También está la “dieta mediterránea”.

Fuente:

El Universal

25 de Septiembre de 2007



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