miércoles, 22 de agosto de 2007

Los beneficios de disfrutar la risa y usarla como terapia


La medicina tradicional tiende a negarse a la apertura de nuevos campos que, a primera vista, no tienen rigor científico. Sin embargo, algunos profesionales insisten en demostrar sus elementos positivos
Más allá de los intentos frustrados de muchos entusiastas del humor como un factor de curación y de alivio de situaciones de enfermedad con procesos dolorosos, algunas experiencias han tenido buena repercusión. Y otras se transformaron en un verdadero éxito, como es el caso de la musicoterapia y la terapia con mascotas para los chicos con discapacidades mentales o motoras. Encontraron un marco epistemológico en la psico-neuro-inmunología y todos estos intentos adquirieron mayor rigor científico y la posibilidad de ingresar en forma de experiencia piloto a instituciones de salud. Es que lo que se descubrió es que existe un vínculo estrecho entre el estado emocional de las personas y el funcionamiento de su sistema de defensas. Y esto abre un campo fértil no sólo para las terapias de recuperación, sino también para enfocar las actividades de prevención. Reírse hace bien y parece haberse transformado en una terapia infalible. Así lo destaca en su libro Humor y Salud el doctor Raymond Moody que no sólo asegura que el humor posee un importante poder curativo, sino que además hace propuestas concretas para la incorporación de actividades que incluyen este tipo de terapia en instituciones de salud. "Con los años he encontrado un número sorprendente de casos en los que los pacientes que se reían de sí mismos recuperaban la salud, o al menos utilizaban el sentido del humor como respuesta positiva y adaptable a la enfermedad", aseguró el especialista al portal Latin Salud. Aspectos fisiológicos y mentales La risa relaja los músculos. Ayuda al movimiento del diafragma que tiene una importante misión en la función respiratoria; y, produce excitación fisiológica. Entre los aspectos psicológicos destacan que genera un proceso de regresión, es decir, un retroceso a un nivel anterior de funcionamiento mental o emocional, generalmente como un mecanismo para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa.También es un mecanismo de expresión, ya que a través de la risa las personas exteriorizan emociones y sentimientos. Y es una contrapartida de emociones negativas, a pesar de la frecuente asociación entre la risa y el llanto, la primera se muestra como lo opuesto a ciertos estados emocionalmente muy negativos. Moody incluso hace hincapié en los factores sociales de la risa, como su carácter contagioso, la facilitación de situaciones socialmente incómodas y el poder comunicativo del humor.


Fuente:

INFOBAE.COM

22 de Agosto de 2007



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