viernes, 31 de agosto de 2007

Causan malos hábitos bajo rendimiento


Especialistas del Instituto recomiendan tolerancia con los hijos, en las primeras dos semanas, mientras se reajusta el reloj biológico.
La desnutrición otro factor que afecta a 3 de cada 10 niños y adolescentes escolares.
Luego del regreso a clases de los más de 32 millones de estudiantes de nivel básico, especialistas en Salud Mental y Nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), recomiendan retomar hábitos del sueño y alimentación, a fin de evitar el bajo rendimiento escolar, conductas irritables y la mala nutrición en los infantes.
De acuerdo a las últimas estadísticas de la Asociación Mexicana de Pediatría, la mala nutrición o desnutrición afecta a 3 de cada 10 niños y adolescentes, ya sea por problemas económicos o por una excesiva e inadecuada ingesta de alimentos.
El jefe de Salud Mental del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, doctor Armando Anaya Segura, sugirió a los padres de familia ser tolerantes con sus hijos en las dos primeras semanas de clases, lapso en que se reajusta el reloj biológico del sueño, para que poco a poco se vayan adaptando a sus nuevas actividades escolares y extra-escolares.
Indicó que si se observa que el niño está somnoliento, fatigado, irritable, con dolor de cabeza y estómago, posiblemente se deba a que duerme menos de ocho horas, ya que el primero en resentir la falta de sueño reparador es el sistema nervioso central e, incluso, puede acompañarse de conductas aprensivas, de inquietud, a tal grado que le produce ansiedad.
Es indispensable, dijo, que el niño antes de ir a la escuela desayune; que por las noches tenga una merienda ligera y duerma de ocho a diez horas, a fin de tener un óptimo desempeño durante el día.
Por otra parte, Lourdes Espinosa Ovando, jefa de Nutrición y Dietética del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional del IMSS, indicó que aunque las tres comidas del día son importantes, la primera es muy necesaria en los escolares de 6 a 12 años, etapa donde se acelera el crecimiento hasta 8 veces más, tanto en talla como en peso.
En el desayuno, comida y cena se deben contemplar los 5 grupos de alimentos: cereal, fruta, carnes, leche, azúcar y grasas y de preferencia, cocidos al vapor o asados.
El especialista explicó que si el niño desayuna algo ligero, como un vaso de leche, pan tostado y fruta, en el refrigerio es necesario incluir fruta y vegetales, a fin de tener una buena nutrición.
La nutrióloga Espinosa Ovando exhortó a los padres para evitar los refrescos o bebidas colorantes o con endulzantes artificiales, enviarles de preferencia agua simple o de frutas.
Otra petición es no dar dinero para evitar que consuman comida chatarra que sólo favorece la mala alimentación y la obesidad.
Ambos especialistas del IMSS coincidieron en fomentar una mejor interrelación padre-hijo, mediante juegos, pláticas y otras actividades que ayuden al infante a tener mayor confianza y seguridad.


Fuente:

El Porvenir

31 de Agosto de 2007



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