martes, 14 de agosto de 2007

Antioxidantes: ni dañan ni protegen el corazón



Ni beneficios ni daños. Los antioxidantes no generan ningún efecto en mujeres con alto riesgo cardiovascular, según demuestra un estudio.

Este trabajo, publicado en el último número de la revista 'Archives of Internal Medicine', arroja luz sobre un asunto controvertido: el empleo de vitaminas C y E, además de betacaroteno, para prevenir problemas de corazón. Durante años, se han señalado los posibles beneficios asociados a los antioxidantes. Según se apuntaba, dado que la oxidación parece cumplir un papel importante en el desarrollo de muchas enfermedades -como la cardiovascular-, tomar más antioxidantes podría contribuir a frenar el proceso y prevenir futuros problemas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, varios trabajos han apuntado que esta asociación podría no ser correcta. Este estudio dirigido por expertos de la Universidad de Harvard y el Brigham and Women’s Hospital (Boston) avanza un paso más en esta línea ya que ha analizado el efecto individual de tres antioxidantes: las vitaminas C y E y el betacaroteno. Según sus conclusiones, ninguno de los tres ayuda a reducir el riesgo cardiovascular. El equipo, dirigido por la doctora Nancy R. Cook, analizó a un grupo de más de 8.000 mujeres durante nueve años. Las participantes, todas mayores de 40 años, tenían un historial de problemas de corazón o presentaban tres o más factores de riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular. LA INVESTIGACIÓN Para llevar a cabo este trabajo, se dividió a las participantes en grupos. De este modo, las mujeres consumieron diariamente 500 miligramos de ácido ascórbico (vitamina C), 600 unidades de vitamina E, 50 miligramos de betacaroteno o un placebo. Cada seis meses, las participantes recibían paquetes que contenían las pastillas que debían tomar en ese periodo, junto con cuestionarios en los que debían anotar cualquier eventualidad. Durante el seguimiento, 1.450 mujeres sufrieron un problema cardiovascular. Muchas habían estado tomando regularmente suplementos de antioxidantes y, sin embargo, en ningún caso se había producido un efecto protector sobre su salud cardiovascular. Los investigadores reconocen que la administración de antioxidantes por separado podría no reflejar el complejo de vitaminas y nutrientes que se encuentra en los alimentos naturales, como las frutas. "Esto explicaría las discrepancias entre la mayoría de estudios de intervención [que se realizan administrando a los pacientes suplementos de vitaminas] y los trabajos en los que se evalúan los efectos de la ingesta de frutas y vegetales", comentan. Con todo, remarcan que sus resultados son consistentes con la mayoría de trabajos sobre antioxidantes que se han hecho recientemente y que descartan el papel protector de estas sustancias. "Aunque realizar estudios adicionales sobre el efecto de una combinación de antioxidantes en la prevención del ictus podría ser interesante, el uso de generalizado de estos agentes para la protección cardiovascular no parece estar justificado", concluyen. (Fuente: El Mundo)


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24 horas Libre

14 de Agosto de 2007



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