ATLANTA.- Los trastornos alimenticios, como la anorexia o la bulimia, son cada vez más comunes entre grupos minoritarios, situación sobre la que organizaciones alertarán durante la "Semana Nacional de Trastorno de la Conducta Alimenticia" a finales de febrero.
Nadie se salva
"Los trastornos de conducta alimentaria se han hecho una epidemia que afecta a todos los grupos en EU, nadie está a salvo de los trastornos alimenticios", dijo el médico Ovidio Bermúdez, director del programa de desórdenes alimenticios del Laureate Psychiatric Clinic & Hospital" en Tulsa, Oklahoma.De acuerdo con la organización, si bien hasta hace poco existía la percepción de que este tipo de desórdenes afectaban mayoritariamente a "las mujeres blancas y de clase social alta", el creciente número de casos entre otros grupos étnicos ha demostrado que nadie es 'inmune' a estos."Estamos viendo que en todos los grupos étnicos, en todos los grupos culturales y todos los grupos socio-económicos se ve un aumento tanto en los casos de anorexia, como bulimia y atracón", dijo Bermúdez, que además es miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Trastornos Alimenticios.Según el especialista, la adaptación de las nuevas generaciones de hispanos a la cultura estadounidense los hace más vulnerables frente a este tipo de padecimientos."Hasta hace una o dos generaciones en el contexto de la comunidad hispana se valoraba como signo de salud y belleza la fortaleza física y no la delgadez, pero la rápida aculturación y la avalancha de mensajes a la que las nuevas generaciones está expuesta ha hecho que nuestros jóvenes tengan un conflicto", señaló el galeno.Los trastornos de conducta alimenticia son conductas extremas debido a una excesiva preocupación por el peso, la imagen corporal y la comida que puede llegar a tener consecuencias fatales si no es tratado a tiempo, de acuerdo con la organización.Algunas de las señales de alerta que según la organización deben observarse cuidadosamente para determinar si alguien padece de un desorden alimenticio son la pérdida de peso drástica sin razón aparente, preocupación constante por contar calorías, sentir la necesidad de pesarse varias veces al día, hacer ejercicios excesivamente, así como comer en exceso y provocarse el vómito.Asimismo, los expertos aseguran que aquellas personas que experimentan estos trastornos suelen tener ciertos "rituales" relacionados a la forma en que comen como saltarse comidas, comer en bocados muy pequeños o jugar con la comida servida en el plato sin ingerirla, tomar laxantes o diuréticos y fumar para reprimir el apetito."Es importante que la gente entienda que estos trastornos son enfermedades mentales reales, no son un estilo de vida que la gente escoge o una moda, son enfermedades mentales serias que tienen un impacto en la salud física y mental de quienes las padecen", afirmó Bermudez.
Nadie se salva
"Los trastornos de conducta alimentaria se han hecho una epidemia que afecta a todos los grupos en EU, nadie está a salvo de los trastornos alimenticios", dijo el médico Ovidio Bermúdez, director del programa de desórdenes alimenticios del Laureate Psychiatric Clinic & Hospital" en Tulsa, Oklahoma.De acuerdo con la organización, si bien hasta hace poco existía la percepción de que este tipo de desórdenes afectaban mayoritariamente a "las mujeres blancas y de clase social alta", el creciente número de casos entre otros grupos étnicos ha demostrado que nadie es 'inmune' a estos."Estamos viendo que en todos los grupos étnicos, en todos los grupos culturales y todos los grupos socio-económicos se ve un aumento tanto en los casos de anorexia, como bulimia y atracón", dijo Bermúdez, que además es miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Trastornos Alimenticios.Según el especialista, la adaptación de las nuevas generaciones de hispanos a la cultura estadounidense los hace más vulnerables frente a este tipo de padecimientos."Hasta hace una o dos generaciones en el contexto de la comunidad hispana se valoraba como signo de salud y belleza la fortaleza física y no la delgadez, pero la rápida aculturación y la avalancha de mensajes a la que las nuevas generaciones está expuesta ha hecho que nuestros jóvenes tengan un conflicto", señaló el galeno.Los trastornos de conducta alimenticia son conductas extremas debido a una excesiva preocupación por el peso, la imagen corporal y la comida que puede llegar a tener consecuencias fatales si no es tratado a tiempo, de acuerdo con la organización.Algunas de las señales de alerta que según la organización deben observarse cuidadosamente para determinar si alguien padece de un desorden alimenticio son la pérdida de peso drástica sin razón aparente, preocupación constante por contar calorías, sentir la necesidad de pesarse varias veces al día, hacer ejercicios excesivamente, así como comer en exceso y provocarse el vómito.Asimismo, los expertos aseguran que aquellas personas que experimentan estos trastornos suelen tener ciertos "rituales" relacionados a la forma en que comen como saltarse comidas, comer en bocados muy pequeños o jugar con la comida servida en el plato sin ingerirla, tomar laxantes o diuréticos y fumar para reprimir el apetito."Es importante que la gente entienda que estos trastornos son enfermedades mentales reales, no son un estilo de vida que la gente escoge o una moda, son enfermedades mentales serias que tienen un impacto en la salud física y mental de quienes las padecen", afirmó Bermudez.
Fuente:
Univision.com
20 de Febrero de 2009
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