En la actualidad, estamos expuestos a mensajes que promueven la delgadez extrema con estándares de belleza poco realistas que, para colmo, contrastan con la situación actual de la gente en todo el mundo, caracterizada por altos índices de obesidad. Entre el deseo de vernos mejor y las dificultades para lograrlo, la desesperación suele llevarnos al camino fácil de una “dieta de moda”, en lugar de adoptar hábitos alimentarios saludables de largo plazo.
Riesgos del camino rápidoLa popularidad de las dietas de moda se debe a que consiguen la reducción de peso restringiendo la cantidad de calorías. Pero gran parte del peso que se pierde es agua y músculo, y no nos deshacemos de la grasa corporal, que es lo deseado. Cuando esto ocurre, se compromete la salud del organismo, ya que, al no ingerir alimentos que contengan la energía necesaria, el cuerpo comienza a tomarla del tejido muscular, algo que provoca cansancio, irritabilidad y depresión. Peor aún, la mayoría de las personas que recurren a las dietas de moda caen en deficiencias nutricionales y usualmente recuperan después los kilos que perdieron. Nuestro cuerpo es tan inteligente que, cuando no obtiene los nutrimentos que necesita, disminuye su metabolismo para gastar menos calorías, lo que facilita una ganancia posterior de peso y perjudica el equilibrio emocional, mental y físico de las personas.
¿Cómo reconocer una dieta de moda?• Prometen pérdidas de hasta tres kilos por semana. Debemos tener presente que el aumento de peso tomó tiempo y bajarlo también lo requiere. • Promueven resultados con base en testimonios y fotografías de “antes y después”, y no en estudios científicos. • Son programas estrictos que limitan la selección de comidas; sugieren alimentos que no estimulan un cambio de hábitos a largo plazo. • Requieren que se gaste dinero en seminarios, píldoras o comidas empacadas. • Utilizan leyendas como: “productos orgánicos” o “naturales”. Muestran listas de alimentos “buenos” y “malos”. • No estimulan la actividad física. • Afirman ser demasiado buenas para ser verdaderas
DIETAS Y MÁS DIETAS
Altas en proteínasCon frecuencia se ponen de moda dietas que se caracterizan por tener un bajo o nulo aporte de cereales, pan, fruta y verduras. Su contenido de grasas es elevado debido al consumo principal de productos de origen animal, lo que ocasiona un aumento de colesterol, triglicéridos y cetonas en la sangre. El peso que se elimina es principalmente de agua y masa muscular, algo que puede provocar hipoglucemia, fatiga, mareos, estreñimiento y, a largo plazo, daño en el riñón y el hígado. Las más conocidas: Scarsdale, Barry Sears: La Zona, South Beach Diet, El poder de la proteína, Rompe azúcares y Dr. Atkins.
Altas en hidratos de carbonoAunque se presentan como “mágicas” y suelen ponerse de moda, restringen el consumo de productos de origen animal, provocando un aporte inadecuado de proteínas y grasas. Presentan deficiencia de vitaminas A y B, y minerales como calcio, hierro y sodio. Pueden generar desmineralización de los huesos. Las más comunes son: The Kepner Rice Diet, Pritikin Diet, Dr. Dean Ornish y La revolución del carbohidrato bueno.
De productos exóticosEstán dirigidas al uso de uno o más productos con cualidades mágicas para bajar de peso. Algunas de las más famosas son: Dieta espirulina (alga que suprime el hambre); Dieta de lecitina, con algas que aportan yodo, vinagre y vitamina B6, para quemar grasa, y lecitina para mezclar todo; Dieta sopa de col (el único alimento permitido), y Dieta Beverly Hills, con combinaciones específicas de frutas; prohíbe el consumo simultáneo de proteínas e hidratos de carbono y sugiere el consumo de champagne.
Altas en fibraSon dietas que han pasado por periodos de gran popularidad: Dr. Reuben, Bionom, Herbalife y la dieta Cambridge. Contienen muy pocas calorías y se basan en el consumo de cápsulas y polvos costosos que alteran la función intestinal, ocasionando una absorción deficiente de nutrimentos. Además, la fibra en exceso es perjudicial. Contienen un aporte inadecuado de vitaminas liposolubles y de B12.
La opción más saludableUna dieta sana es la que está recomendada y controlada por especialistas. Instituciones como la American Heart Association y el Instituto Nacional de Nutrición sostienen que la manera más saludable y efectiva para bajar y mantener el peso es consumiendo una dieta correcta, que debe incluir todos los nutrimentos en una proporción óptima, alimentos de todos los grupos y diferentes platillos, en una cantidad adecuada para cada individuo; no debe implicar riesgos para la salud y debe ser propia para los diferentes momentos biológicos y fisiológicos de cada individuo.
Lo conveniente es bajar de peso lentamente (de 800 gramos a un kilo por semana) para así perder principalmente grasa. Hacer ejercicio moderado para continuar con la utilización de las grasas, además de ayudar a aumentar la masa muscular y el metabolismo basal (la cantidad de calorías que quema el cuerpo para mantener sus funciones vitales).
En general, se recomienda hacer tres comidas principales con todos los grupos de alimentos y dos refrigerios. Consumir cinco raciones de frutas y verduras al día, incluir leguminosas, como el frijol, y cereales integrales. Asimismo, reducir la ingesta de proteínas animales, preferir las versiones descremadas de los productos lácteos y utilizar aderezos ligeros.
Fuente: http://www.revistaescala.com.mx/
Riesgos del camino rápidoLa popularidad de las dietas de moda se debe a que consiguen la reducción de peso restringiendo la cantidad de calorías. Pero gran parte del peso que se pierde es agua y músculo, y no nos deshacemos de la grasa corporal, que es lo deseado. Cuando esto ocurre, se compromete la salud del organismo, ya que, al no ingerir alimentos que contengan la energía necesaria, el cuerpo comienza a tomarla del tejido muscular, algo que provoca cansancio, irritabilidad y depresión. Peor aún, la mayoría de las personas que recurren a las dietas de moda caen en deficiencias nutricionales y usualmente recuperan después los kilos que perdieron. Nuestro cuerpo es tan inteligente que, cuando no obtiene los nutrimentos que necesita, disminuye su metabolismo para gastar menos calorías, lo que facilita una ganancia posterior de peso y perjudica el equilibrio emocional, mental y físico de las personas.
¿Cómo reconocer una dieta de moda?• Prometen pérdidas de hasta tres kilos por semana. Debemos tener presente que el aumento de peso tomó tiempo y bajarlo también lo requiere. • Promueven resultados con base en testimonios y fotografías de “antes y después”, y no en estudios científicos. • Son programas estrictos que limitan la selección de comidas; sugieren alimentos que no estimulan un cambio de hábitos a largo plazo. • Requieren que se gaste dinero en seminarios, píldoras o comidas empacadas. • Utilizan leyendas como: “productos orgánicos” o “naturales”. Muestran listas de alimentos “buenos” y “malos”. • No estimulan la actividad física. • Afirman ser demasiado buenas para ser verdaderas
DIETAS Y MÁS DIETAS
Altas en proteínasCon frecuencia se ponen de moda dietas que se caracterizan por tener un bajo o nulo aporte de cereales, pan, fruta y verduras. Su contenido de grasas es elevado debido al consumo principal de productos de origen animal, lo que ocasiona un aumento de colesterol, triglicéridos y cetonas en la sangre. El peso que se elimina es principalmente de agua y masa muscular, algo que puede provocar hipoglucemia, fatiga, mareos, estreñimiento y, a largo plazo, daño en el riñón y el hígado. Las más conocidas: Scarsdale, Barry Sears: La Zona, South Beach Diet, El poder de la proteína, Rompe azúcares y Dr. Atkins.
Altas en hidratos de carbonoAunque se presentan como “mágicas” y suelen ponerse de moda, restringen el consumo de productos de origen animal, provocando un aporte inadecuado de proteínas y grasas. Presentan deficiencia de vitaminas A y B, y minerales como calcio, hierro y sodio. Pueden generar desmineralización de los huesos. Las más comunes son: The Kepner Rice Diet, Pritikin Diet, Dr. Dean Ornish y La revolución del carbohidrato bueno.
De productos exóticosEstán dirigidas al uso de uno o más productos con cualidades mágicas para bajar de peso. Algunas de las más famosas son: Dieta espirulina (alga que suprime el hambre); Dieta de lecitina, con algas que aportan yodo, vinagre y vitamina B6, para quemar grasa, y lecitina para mezclar todo; Dieta sopa de col (el único alimento permitido), y Dieta Beverly Hills, con combinaciones específicas de frutas; prohíbe el consumo simultáneo de proteínas e hidratos de carbono y sugiere el consumo de champagne.
Altas en fibraSon dietas que han pasado por periodos de gran popularidad: Dr. Reuben, Bionom, Herbalife y la dieta Cambridge. Contienen muy pocas calorías y se basan en el consumo de cápsulas y polvos costosos que alteran la función intestinal, ocasionando una absorción deficiente de nutrimentos. Además, la fibra en exceso es perjudicial. Contienen un aporte inadecuado de vitaminas liposolubles y de B12.
La opción más saludableUna dieta sana es la que está recomendada y controlada por especialistas. Instituciones como la American Heart Association y el Instituto Nacional de Nutrición sostienen que la manera más saludable y efectiva para bajar y mantener el peso es consumiendo una dieta correcta, que debe incluir todos los nutrimentos en una proporción óptima, alimentos de todos los grupos y diferentes platillos, en una cantidad adecuada para cada individuo; no debe implicar riesgos para la salud y debe ser propia para los diferentes momentos biológicos y fisiológicos de cada individuo.
Lo conveniente es bajar de peso lentamente (de 800 gramos a un kilo por semana) para así perder principalmente grasa. Hacer ejercicio moderado para continuar con la utilización de las grasas, además de ayudar a aumentar la masa muscular y el metabolismo basal (la cantidad de calorías que quema el cuerpo para mantener sus funciones vitales).
En general, se recomienda hacer tres comidas principales con todos los grupos de alimentos y dos refrigerios. Consumir cinco raciones de frutas y verduras al día, incluir leguminosas, como el frijol, y cereales integrales. Asimismo, reducir la ingesta de proteínas animales, preferir las versiones descremadas de los productos lácteos y utilizar aderezos ligeros.
Fuente: http://www.revistaescala.com.mx/
Fuente:
Alto Nivel
7 de Enero de 2008
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