viernes, 18 de septiembre de 2009

Qué puedo hacer para controlar el acné?


El acné es un trastorno de la piel que se manifiesta mediante diferentes tipos de protuberancias. Éstas incluyen puntos blancos, espinillas, granos y quistes. ¿Qué causa estas molestas protuberancias? La piel está cubierta por pequeños agujeritos llamados folículos pilosos o poros. Los poros contienen glándulas sebáceas (llamadas también glándulas aceitosas) que producen sebo, un aceite que humedece el cabello y la piel. Lo que parecía un problema típico de la adolescencia puede serlo en cualquier etapa de la vida... hasta en la tercera edad. Por eso, 21 expertos latinoamericanos en acné lograron unificar criterios clínicos para el diagnóstico y el tratamiento de una enfermedad que tuvo, tiene o tendrá alguna vez el 80% de la población. "Sin duda, es una de las enfermedades con mayor demanda médica en la práctica pública y privada, porque la piel se ve, no se puede ocultar y es importante para la sociedad de consumo. Ninguna empresa contrataría en igualdad de condiciones a una joven o un joven con acné", comentó la doctora Ana Kaminsky, profesora de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Grados de acné El acné se clasifica en distintos grados relacionados con la gravedad de las lesiones, fundamental para el tratamiento: o Acné leve: las lesiones principales no son inflamatorias. o Acné moderado: existe un mayor número de pápulas, pústulas y comedones entre 10 y 40. o Acné moderadamente grave: existen numerosas pápulas y pústulas entre 40 y 100, normalmente con lesiones nodulares infiltrantes y profundas. Las áreas de piel afectada se extienden además de la cara, al torso y espalda. o Acné grave: a este grupo pertenece el acné noduloquístico y el acné conglobata caracterizado por muchas lesiones nodulares grandes, dolorosas y lesiones pustulosas, junto con muchas pequeñas pápulas, pústulas y comedones. Si te preocupa el acné, hay varias medidas que puedes poner en práctica para evitar esos granos: o Como ayuda para evitar la acumulación de grasa que puede provocar acné, lávate la cara dos veces al día con agua tibia y un jabón suave o una crema de limpieza para la piel. o No te frotes fuertemente la cara. De hecho, restregarte puede empeorar el acné e irritar la piel. Lávate delicadamente con las manos en lugar de usar una toalla. o Si usas maquillaje, asegúrate de que en la etiqueta diga "no contiene aceite", "no comedogénico" o "no produce acné". o Cuando te laves la cara, dedica suficiente tiempo a quitarte todo el maquillaje. o Si usas fijadores en aerosol o gel para el cabello, trata de que al aplicarlos no entren en contacto con la cara, ya que pueden obstruir los poros. o Si tienes el cabello largo y te toca la cara, mantenlo alejado del rostro y lávatelo con frecuencia para reducir la acumulación de aceite. o Las gorras de béisbol y otros sombreros pueden producir granos a lo largo del cuero cabelludo. Evita su uso si piensas que están empeorando tu acné. o Lávate la cara después de hacer ejercicios físicos y sudar mucho. o Trata de no tocarte la cara. o No te arranques, aprietes o revientes los granitos. Cabe destacar que la condición es común en la pubertad y está considerada como una respuesta anormal ante niveles normales de la hormona masculina testosterona. La respuesta de la mayoría de las personas disminuye con el tiempo y el acné tiende a desaparecer o al menos disminuye después de la pubertad. No obstante, no hay manera de predecir el tiempo exacto de duración de estos brotes, incluso, muchas personas sufren del problema durante muchos años de su vida. Se recomienda verse cada cierto tiempo con un dermatólogo de confianza para que lleve el caso, ya que no todas la pieles son iguales y, por ende, no pueden ser tratadas de una misma manera.


Fuente:

Radio Mundial

18/09/09



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