La Sociedad Española de Pediatría considera demostrado que la inadecuada alimentación desde los primeros años afecta al rendimiento académico y que los hábitos alimentarios adquiridos durante la infancia perduran en la edad adulta. Además, añade que, hoy en día, son muy pocos los niños que siguen las pautas recomendadas.
El estudio realizado entre escolares de Vila-real, Burriana y Almassora por Nadine López Monfort, especialista en Bioquímica y Nutrición, y miembro de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada (SENBA), y el vicepresidente del Instituto Valenciano Pro Corazón (Insvacor) en Castellón, Vicente Pallarés, confirma el argumento.
Las conclusiones del trabajo señalan que "cerca del 30% de los alumnos estudiados deben mejorar sus hábitos alimentarios y de estilo de vida ya que, a medida que aumenta la calidad de los hábitos alimentarios de los escolares, se obtiene un mayor rendimiento académico".
Se trata de una conclusión obtenida, según Pallarés, a partir de un cuestionario validado por la SENBA, que valora la calidad de los hábitos alimentarios, así como el tiempo dedicado a la práctica de ejercicio, jugar en la calle, videojuegos, ver la televisión, las horas de sueño, etc.
Por otra parte, el informe Los adolescentes españoles y su salud, patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y coordinado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, revela que una cuarta parte de los adolescentes presenta un consumo bajo de frutas y verduras (apenas el 10,5%) y, por contra, muy elevado de dulces y refrescos, así como que un 16,1% de los chicos y chicas de 11 a 18 años se salta el desayuno, y solo un 30% lo hace de una manera correcta.
Ante esta situación, la dieta que la Sociedad Española de Pediatría considera como ideal para los niños implica el consumo de dos lácteos y dos piezas de fruta al día; la ingesta diaria de verduras o ensalada y pescado tres o cuatro veces a la semana, siendo más recomendable el consumo de pescado que el de carne; así como de legumbres al menos dos veces a la semana.
El estudio realizado entre escolares de Vila-real, Burriana y Almassora por Nadine López Monfort, especialista en Bioquímica y Nutrición, y miembro de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada (SENBA), y el vicepresidente del Instituto Valenciano Pro Corazón (Insvacor) en Castellón, Vicente Pallarés, confirma el argumento.
Las conclusiones del trabajo señalan que "cerca del 30% de los alumnos estudiados deben mejorar sus hábitos alimentarios y de estilo de vida ya que, a medida que aumenta la calidad de los hábitos alimentarios de los escolares, se obtiene un mayor rendimiento académico".
Se trata de una conclusión obtenida, según Pallarés, a partir de un cuestionario validado por la SENBA, que valora la calidad de los hábitos alimentarios, así como el tiempo dedicado a la práctica de ejercicio, jugar en la calle, videojuegos, ver la televisión, las horas de sueño, etc.
Por otra parte, el informe Los adolescentes españoles y su salud, patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y coordinado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, revela que una cuarta parte de los adolescentes presenta un consumo bajo de frutas y verduras (apenas el 10,5%) y, por contra, muy elevado de dulces y refrescos, así como que un 16,1% de los chicos y chicas de 11 a 18 años se salta el desayuno, y solo un 30% lo hace de una manera correcta.
Ante esta situación, la dieta que la Sociedad Española de Pediatría considera como ideal para los niños implica el consumo de dos lácteos y dos piezas de fruta al día; la ingesta diaria de verduras o ensalada y pescado tres o cuatro veces a la semana, siendo más recomendable el consumo de pescado que el de carne; así como de legumbres al menos dos veces a la semana.
Fuente:
El Periodico Mediterraneo
12/10/10
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