viernes, 22 de junio de 2007

Salud en el deporte


Salud en el Deporte

No siempre resulta suficiente para disminuir el riesgo de padecer enfermedades y de asegurar, por tanto, una mejor salud.

Por: LEF Audelio Urbina Conde

Después del «boom» inicial del ejercicio en Estados Unidos en los años setenta, quedó claro que el solo mejoramiento de la condición física no siempre resulta suficiente para disminuir el riesgo de padecer enfermedades y de asegurar, por tanto, una mejor salud.Por ejemplo, se puede decir que las personas que corren 5 kilómetros al día, levantan pesas de manera regular, realizan ejercicios de estiramiento y revisan de manera constante su peso tienen una condición física buena o excelente.No obstante, si estas mismas personas tuvieran una presión arterial alta, fumaran, estuvieran bajo un estrés constante, consumieran demasiado alcohol y comieran muchos alimentos engordantes, todos estos elementos serían factores de riesgo de contraer enfermedades, de los cuales tal vez no estarían totalmente conscientes.

El concepto de la «buena salud» ha dejado de ser considerado simplemente como la ausencia de enfermedad. La noción de buena salud se ha desarrollado de forma notable en los últimos años y continúa cambiando a medida que los científicos aprenden más sobre los factores del estilo de vida que generan padecimientos y afectan el bienestar de la persona.

El concepto de bienestar se desarrolló en las ochenta una veces que se afianzó la idea de que el ejercicio por sí mismo no disminuye necesariamente el riesgo de padecer enfermedades ni tampoco asegura una mejor salud.El concepto de bienestar es muy inclusivo pues abarca una gran variedad de factores relacionados con la salud. Un estilo de vida basado en el bienestar requiere la implementación de programas positivos que tengan como objetivo cambiar la conducta y, por consiguiente, mejorar la salud y la calidad de vida, prolongar esta última y lograr un bienestar total.A fin de disfrutar un buen estilo de vida, una persona tendrá que poner en práctica hábitos que conduzcan a resultados positivos en las siete dimensiones del bienestar: física, emocional, intelectual, social, ambiental, espiritual y laboral.Dichas dimensiones se interrelacionan, ya que una de ellas afecta a menudo a las otras. Por ejemplo, una persona con un nivel emocional bajo no tiene por lo regular ganas de ejercitarse, estudiar, ir al trabajo, socializar o asistir a la iglesia.Si observa las siete dimensiones del bienestar, es evidente que un nivel alto de este va más allá de una condición física óptima o de la ausencia de enfermedades. El bienestar comprende componentes tales como una buena condición física, una nutrición apropiada, el manejo del strés, la prevención de enfermedades, el apoyo social, la autoestima, la crianza (es decir, el sentido de ser necesario o de utilidad), la espiritualidad y la seguridad personal. Recuerda, haz ejercicio, es por tu salud.
Fuente:
22 de Junio de 2007
El Redactor de Soto la Marina
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