Al momento de abandonar el tabaco, la falta de una vía de escape para evacuar la ansiedad aparece como el principal responsable del aumento de peso.
Sin embargo, las razones se explican desde los componentes del organismo. Tres especialistas consultados por detallan las verdaderas causas.
La escena se repite frecuentemente: una persona deja de fumar y al poco tiempo se queja de que empezó a engordar. Sus allegados adjudican el aumento de peso a la ansiedad, le dicen que se quede tranquilo y que haga todo lo posible por tratar de relajarse.
Al dejar de fumar mejora el sentido del gusto y el olfato y se disfruta más de lo que se come.
Sin embargo, las razones de los cambios físicos exceden la llamada “angustia oral”. No sólo la nicotina, sino que el resto de los componentes del tabaco actúan sobre el organismo. Por eso, cuando se abandona el cigarrillo, el cuerpo padece una serie de efectos que en su gran mayoría influyen en el deseo de comer. La licenciada en Nutrición María Emilia Mazzei asegura que se engorda por tres motivos diferentes: ansiedad (cuando tenías hambre te fumabas un cigarrillo y matabas las ganas de esa forma), porque mejora el sentido del olfato y el gusto (los alimentos resultan más apetecibles) y porque la nicotina activa la función de las mitocondrias y ahora que el organismo no tiene esa sustancia, quema menos calorías. “Es como que la máquina funciona a menor marcha”, aclaró la especialista a .Pese a que Mazzei reconoce los efectos químicos del cigarrillo en el organismo, para Alberto Cormillot, esa es la principal causa del aumento de peso. “La nicotina produce una sobrestimulación y crea dopamina, un neurotransmisor que se aloja en el sistema nervioso central y que se relaciona con funciones motrices, emociones y sentimientos de placer”, explicó el doctor a . En promedio, se aumenta de 2 a 3 kilos. Pero como dejar el cigarrillo es uno de los actos más arrojados, según Cormillot, que una persona puede hacer a favor de su salud, conviene que engorde y que intensifique la actividad física antes que siga fumando. Por una vida más sanaAnte los efectos causados por la falta de nicotina en el cuerpo, es recomendable cambiar ciertos hábitos relacionados con la actividad física y con el tipo de alimentación. Aunque, desde el programa telefónico “Cien por ciento libre de tabaco”, advierten que no se le puede exigir una dieta muy estricta a los pacientes. “Cuando se está dejando de fumar no es recomendable un plan de alimentación demasiado
Los componentes del tabaco actúan sobre el organismo y gran parte de ellos influyen en el deseo de comer.
ajustado porque sería muchas exigencias juntas. Les decimos que se pueden permitir ciertos gustos pero que en general intenten comer sano”, señaló a Betsabé Sánchez Moreno, una operadora del programa. Para Mazzei, la actividad física es clave, combinada con algunas restricciones de bebidas o alimentos específicos. “Hay que buscar otra válvula de escape. Tomar mayor cantidad de líquidos para satisfacer la ansiedad y evitar el café y todas las bebidas cola que tengan cafeína”, recomendó la licenciada en nutrición. Cuando se abandona el cigarrillo ... Indudablemente mejora la salud del ex fumador. En la página Web del programa “Cien por ciento libre de tabaco”, figura una lista de beneficios paulatina desde el momento en que se deja el cigarrillo. A continuación, algunos de ellos:
24 horas después: la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco es menor.
Segunda semana a 3 meses: mejora la circulación y la función pulmonar.
1 a 9 meses: la persona sentirá que disminuirá la tos, la congestión nasal, la fatiga y la falta de aire.
Al año: el riesgo de sufrir un ataque cardíaco disminuye a la mitad de cuando se fumaba.
A los 5 años: el riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular es igual al de los no fumadores.
A los 10 años: el riesgo de morir por cáncer de pulmón se reducirá significativamente.
Fuente:
Minutouno.com
28 de Junio de 2007
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