La semana pasada, el Ministerio de Salud en conjunto con la Organización Mundial de la Salud, OMS, realizaron algunas recomendaciones para la eliminación en los suministros alimenticios de los ácidos de grasas trans producidas industrialmente.
Las “grasas trans” son ácidos grasos de producción industrial, que se forman durante la hidrogenación parcial de aceites vegetales líquidos para formar grasas semisólidas que se emplean en margarinas, aceites para cocinar y muchos alimentos procesados, que resultan atractivos para la industria debido a su prolongado tiempo de conservación, su mayor estabilidad durante la fritura y su mayor solidez para su uso en productos.Hay pruebas concluyentes de que el consumo de grasas trans aumenta el riesgo de cardiopatía coronaria y posiblemente aumenta el riesgo de muerte súbita de origen cardíaco y de diabetes.
Estos datos han suscitado gran preocupación a escala mundial, dada la gran carga de morbilidad y discapacidades que plantean las enfermedades cardiovasculares. De acuerdo a un informe de expertos de la OMS sobre el Régimen Alimentario, la Nutrición y la Prevención de las Enfermedades Crónicas, se concluyó que había pruebas convincentes de que el consumo de grasa trans aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Además, recomendó que el consumo de este producto no supere el 1% del aporte energético alimentario diario y propuso que se realizaran esfuerzos para aumentar la cantidad de grasas monoinsaturadas y polinsaturadas en el suministro alimentario y los regímenes alimentarios humanos.
En estos momentos en nuestro país, existe una normativa de rotulado obligatorio de grasas trans en los alimentos, lo que ha disminuido significativamente su uso, donde ya es común ver alimentos que publicitan ser libres de grasas trans, ejemplo de ellos son margarinas, alimentos para niños, pan envasado y otros, pero se debe tomar conciencia de que ello no es suficiente, sino que se necesita un regulación que prohíba el uso de las grasas trans en los alimentos, para dar una mejor calidad de vida a las familias chilenas.
Fuente:
El Diario de Aysen
26 de Junio de 2007
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