martes, 3 de noviembre de 2009

Stop a las cicatrices



En un artículo publicado sobre el acné y su tratamiento, comentaba que los dermatólogos debemos ser conscientes de que estamos ante una enfermedad cuya importancia médica se halla íntimamente relacionado con la estética. Además de curar el acné, es necesario que el dermatólogo preste una atención especial a los aspectos cosméticos: higiene, hidratación, maquillaje, etc., ya que juegan un papel muy importante.
En la curación y control del acné, la medicación resulta imprescindible. También los productos dermocosméticos contribuirán a solucionar de una manera más satisfactoria el acné. Si el joven percibe que el dermatólogo asume sus preocupaciones relacionadas con el uso del maquillaje o de una hidratante, la relación entre el dermatólogo y el paciente se verá muy reforzada y el uno confiará en el otro.
En el tratamiento del acné también es importante una buena higiene. Su objetivo es eliminar de la piel el exceso de grasa, sin irritar ni eliminar los lípidos de la piel. El dermatólogo recomendará en cada caso qué gel limpiador usar y cómo usarlo.
Por su parte, el médico deberá procurar ganarse la confianza del paciente con acné, explicándole que su problema tiene solución y que, en absoluto, el acné condicionará su vida o su juventud. Al igual, le dirá que el acné no le debe aislar de sus amigos ni puede afectar a sus relaciones y que ahora la dermatología tiene un arsenal terapéutico que no existía cuando generaciones previas tuvieron acné.
Marcas
En los pacientes con acné, reventarse los granos provoca marcas y cicatrices. El acné se cura, cada tipo de acné tiene su tratamiento una vez que el dermatólogo ha realizado el correcto diagnóstico; pero las cicatrices son más difíciles de solucionar y en ocasiones, lleva mucho tiempo su mejoría. La falsa sensación de que reventando el grano se soluciona el problema o se acorta la duración de los granos puede contribuir a su propagación por obstrucción y contaminación de los folículos adyacentes.
El acné no acaba con la solución del último grano, sino que para la mayoría de los pacientes terminará con la solución de la última cicatriz. Para muchos pacientes, las cicatrices y los trastornos residuales de la pigmentación, pueden convertirse, en un auténtico drama. No se conforman con los métodos de camuflaje (maquillaje) o la mejoría inducida por el tiempo.
En el acné es muy importante, que desde el principio el dermatólogo logre una buena 'química' con el paciente para conseguir que no se toque ni manipule las lesiones con el objetivo de evitar posteriores cicatrices.
Llegado el momento del tratamiento de las cicatrices, el dermatólogo explicará los diversos tratamientos, cuál se elegirá y por qué, y qué mejoría se conseguirá. El paciente informado sabrá lo que se puede lograr. Tras esta primera evaluación mutua de 'qué quieres' y 'qué podemos ofrecerte', estudiaremos el tipo de lesión residual de ese acné: cicatrices, etc., e iniciaremos el tratamiento.
Opciones terapéuticas
Entre las opciones terapéuticas, muchas veces no será un único tratamiento el que realicemos, sino que tendremos que emplear diversas técnicas. A veces empezamos por técnicas de 'peeling' químico que dejan satisfechos a algunos pacientes, pero otros, por el tipo de la cicatriz necesitan o 'peeling' más profundos de feno, o técnicas de dermoabrasión. En otros casos, emplearemos técnicas para 'subir' algunas lesiones, injertos, punch, corticoides intralesionales para las lesiones sobreelevadas o láser.
Para el paciente con acné, el cumplimiento de los tratamientos y de los consejos dermatológicos y no tocarse los granos son la mejor garantía para obtener una piel sana, bonita y sin marcas ni cicatrices.


Fuente:

La Rioja

3/11/09



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