viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Quieres tener unas uñas perfectas?


Son nuestra mejor carta de presentación, por eso, al margen de pintártelas en los colores de la temporada, es fundamental tenerlas sanas y cuidadas. ¡Te decimos cómo!

La modelo Kemp Muhl posa con las últimas tendencias de colorido de Maybelline, firma que ha apostado por vivrantes colores, todos ellos 'muy neoyoquinos'.
Detrás de ellas se esconde una curiosa paradoja: son capaces de pasar desapercibidas si se encuentran en perfecto estado, pero se convierten en el centro de atención si se descuidan. Por ello, pese a que son las grandes olvidadas, cada vez se les da más importancia, por considerarse una de nuestras cartas de presentación más evidentes. Así, cada temporada van cobrando un mayor protagonismo y, al igual que el colorido de temporada en maquillaje se renueva, también lo hace para las uñas. La gama de opciones va desde los colores más atrevidos, en tonos azules eléctricos, grises intensos o fucsias muy mates, hasta los tonos más claros (rosa, blanco y marrón claro. Pero, al margen de adaptarse a los colores más de moda, es fundamental mantenerlas preciosas y sanas. Le damos las claves.
Corta siempre las uñas dándoles una forma cuadrada o almendrada para evitar que, al crecer, se claven en las yemas y se acaben enquistando, dando lugar al fenómeno de ‘uñas encarnadas’, que puede llegar a crear importantes molestias e incluso infecciones.
El mejor instrumento para domarlas es la lima de cartón, más suave que las de metal y más precisa que las tijeras.
En caso de molestias extremas, los podólogos y los expertos en belleza aplican unas ligeras cuñas bajo las uñas que impiden que, al crecer, estas se claven en la piel.
Las uñas son extremadamente porosas, y pierden humedad cuando se les somete al efecto de agentes deshidratantes como el quitaesmalte, mantenerlas largo tiempo sumergidas en agua o el uso de detergentes agresivos.
Al usar crema de manos, es importante insistir suavemente sobre ellas, incluso si llevan esmalte, para no descuidar la cutícula.
Lo más importante a la hora de asegurar un buen crecimiento de la uña es mantener la integridad de la cutícula, piel que protege las células donde ésta se forma y que se convierte en la barrera que protege el nacimiento de la uña, por lo que cortarla, arrancarla o dañarla puede derivar en infecciones, heriditas o pequeños ‘incidentes’ en las nuevas células que, semanas más tarde, se traducen en pequeñas hendiduras o manchitas. Para mantenerlas en forma, lo mejor es hidratarlas y empujarlas suavemente hacia atrás, pero sin forzarlas.
En el momento de elegir el color del esmalte, ten en cuenta que los tonos oscuros llaman mucho más la atención, por lo que debes cuidar tus manos para que luzcan hermosas. Los tonos claros (pasteles, blancos y beiges) tienen la virtud de alargar los dedos y ensanchar la uña. Y un pequeño truco: lograrás un color más intenso y homogéneo, sea cual sea el que haya elegido, si previamente preparas la uña con una capa de base transparente. Además, llevar las uñas siempre pintadas puede dañarlas. Por esto es aconsejable darles un respiro, un descanso de vez en cuando y llevarlas sin pintar uno o dos días por semana.
Las uñas de las manos crecen aproximadamente un milímetro por semana, siendo mucho más lento el ritmo en los pies, donde además son más gruesas. Como media, una uña necesita seis meses para renovarse completamente, de la raíz a la punta.
No existen alimentos que aceleren esta velocidad, pero tomar una dieta o suplementos de vitamina B (como la que se encuentra, por ejemplo, en la levadura) consigue que salgan más fuertes. Hay que considerar que, dado que la vitamina B afecta a las células de las uñas que se están formando, y que por tanto aún se encuentran en la raíz, lleva al menos dos meses comenzar a notar sus beneficios.


Fuente:

Hola.com

06/11/09



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