Para muchas de nosotras cuidarnos, y más en los tiempos que corren, no sale precisamente barato. Por esta razón nunca está de más sacar del baúl de los recuerdos esos remedios caseros, transmitidos de generación en generación, que nos pueden sacar de más de un apuro. Son recetas sencillas, baratas y naturales, que se pueden combinar con el uso de nuestros cosméticos habituales, aunque eso sí, teniendo siempre presente que no son sustitutivas de un tratamiento dictado por un esteticista o un dermatólogo. Te ofrecemos unos cuantos trucos recomendados por nuestra experta en belleza Stefanie Milla, autora de un interesante blog que no deberías perderte, ¡toma nota!
Acné. Un truco casero muy eficaz para combatir los granitos es disolver una aspirina en un poco de agua y empapar un algodón en este líquido, aplicándolo directamente sobre las impurezas. El ácido salicílico ayuda a eliminar las células muertas y tiene un efecto purificante. Si la producción de sebo es muy notable, puede presionar un pañuelo de papel contra el rostro a lo largo del día, siempre sin frotar, para así reducir los brillos. Otra fórmula limpiadora se consigue mezclando un litro de agua con medio vaso de vinagre de sidra, que se puede usar pasando un algodón empapado en la solución por las zonas más grasas. Si quieres un truco muy casero contra la piel grasa, puedes aplicar la pulpa de un kaki muy maduro sobre el rostro y dejarlo reposar al menos media hora (si es más, mejor) antes de retirarlo con agua fresca. Por último, para luchar contra las espinillas en la frente, un buen remedio casero es hacer un limpiador de limón mezclando, a partes iguales, zumo de limón y agua de rosas, una solución que tiene carácter antiséptico y limpiador, y se debe usar dos veces al día sobre las zonas más grasas.
Pelo rizado. Ahí va un buen remedio muy casero y natural para suavizar los rizos: aplicar, como si fuera gomina, clara de huevo por el pelo. Suena extraño, ¿verdad? Pues la verdad es que el cabello queda precioso, suaviza algo el rizo y lo transforma en bucles más cerrados.
Estrías. A diario, extiende por el área afectada un poco de aceite de rosa mosqueta (se encuentra en tiendas naturistas y farmacias), que ayuda a que la piel se regenere. No hace milagros, pero es un apoyo que, además, suaviza e hidrata.
Hidratar cabello seco. La mejor receta casera para hidratar el cabello seco es aplicar aceite de oliva tibio sobre medios y puntas, al menos media hora antes de lavarlo, y dejar que penetre y nutra la fibra capilar. Después, lava dos veces con agua caliente y usa tu acondicionador habitual. Si quieres, puedes crear tu propia mascarilla añadiendo algo de aceite de oliva a un aguacate muy maduro bien machacado, creando una pasta que debes dejar actuar sobre el cabello durante al menos una hora. Si cubres el pelo con un gorro de ducha, concentrarás el calor y potenciarás su efecto. Para eliminarla, debes lavarte el cabello como en la receta anterior.
Labios resecos. Es importante que no te humedezcas los labios con la lengua cuando los sientas secos: el alivio es sólo temporal y, por si fuera poco, falso, ya que cuando se evapora la saliva, los labios quedan aún más secos. Usa labiales muy cremosos, evitando las fórmulas de larga duración, que suelen ser menos emolientes. Si quieres, puedes usar un cepillo de dientes viejo para, cada noche, frotar con ellos los labios para así ejercer una suave exfoliación que ayude a eliminar los pellejitos. Sin embargo, en ocasiones, esta medida resulta demasiado agresiva, y basta con frotar la piel de los labios con una toalla.
Codos resecos. El problema de los codos secos es muy común. Para dar un aspecto terso a los codos, nada como comenzar cuanto antes a realizar un programa de exfoliación (no uses piedra pómez: es un remedio demasiado agresivo que puede producir el efecto contrario) y de hidratación con cremas untuosas (no importa que sean de manos). Y, cada tres días, realice un tratamiento extra. Corte un limón por la mitad y frótelo sobre el codo. Su ácido cítrico actúa como exfoliante natural y contribuye a blanquear y aclarar la coloración oscura de esta zona. Después, aplique crema hidratante. Comenzarás a observar resultados a partir de la primera semana, y en un mes, notarás cómo la piel de los codos está mucho más suave y tersa.
Contorno de ojos. Para drenar, reducir bolsas y atenuar ojeras, nada como el viejo truco de cortar dos rodajas de pepino fresco, recién sacado del frigorífico (que no del congelador, ojo), y descansar quince minutos tumbada y relajada con ellas sobre los párpados. Más barato y fácil, imposible.
Morderse las uñas. Seguro que ya has desistido en tu empeño y has probado miles de remedios. Pues aquí te vamos a proponer otro, ya que sí existe un truco. ¿Sabes cuál es la receta más eficaz para prestar más atención a tus uñas? Por obvio que parezca, nada como hacerse la manicura regularmente. Como mínimo, una vez por semana. Y si son dos, mejor. Muchas mujeres, por cortas que se vean sus uñas al principio y motivadas por el nuevo aspecto de sus manos, evitan la tentación de morderlas y consiguen que crezcan al sentirlas cuidadas. Y no está de más recurrir también a técnicas de reducción del estrés como la meditación, el yoga o el control mental, tratamientos que no sólo mejoran el aspecto de las manos sino, sobre todo, el estado de ánimo.
Acné. Un truco casero muy eficaz para combatir los granitos es disolver una aspirina en un poco de agua y empapar un algodón en este líquido, aplicándolo directamente sobre las impurezas. El ácido salicílico ayuda a eliminar las células muertas y tiene un efecto purificante. Si la producción de sebo es muy notable, puede presionar un pañuelo de papel contra el rostro a lo largo del día, siempre sin frotar, para así reducir los brillos. Otra fórmula limpiadora se consigue mezclando un litro de agua con medio vaso de vinagre de sidra, que se puede usar pasando un algodón empapado en la solución por las zonas más grasas. Si quieres un truco muy casero contra la piel grasa, puedes aplicar la pulpa de un kaki muy maduro sobre el rostro y dejarlo reposar al menos media hora (si es más, mejor) antes de retirarlo con agua fresca. Por último, para luchar contra las espinillas en la frente, un buen remedio casero es hacer un limpiador de limón mezclando, a partes iguales, zumo de limón y agua de rosas, una solución que tiene carácter antiséptico y limpiador, y se debe usar dos veces al día sobre las zonas más grasas.
Pelo rizado. Ahí va un buen remedio muy casero y natural para suavizar los rizos: aplicar, como si fuera gomina, clara de huevo por el pelo. Suena extraño, ¿verdad? Pues la verdad es que el cabello queda precioso, suaviza algo el rizo y lo transforma en bucles más cerrados.
Estrías. A diario, extiende por el área afectada un poco de aceite de rosa mosqueta (se encuentra en tiendas naturistas y farmacias), que ayuda a que la piel se regenere. No hace milagros, pero es un apoyo que, además, suaviza e hidrata.
Hidratar cabello seco. La mejor receta casera para hidratar el cabello seco es aplicar aceite de oliva tibio sobre medios y puntas, al menos media hora antes de lavarlo, y dejar que penetre y nutra la fibra capilar. Después, lava dos veces con agua caliente y usa tu acondicionador habitual. Si quieres, puedes crear tu propia mascarilla añadiendo algo de aceite de oliva a un aguacate muy maduro bien machacado, creando una pasta que debes dejar actuar sobre el cabello durante al menos una hora. Si cubres el pelo con un gorro de ducha, concentrarás el calor y potenciarás su efecto. Para eliminarla, debes lavarte el cabello como en la receta anterior.
Labios resecos. Es importante que no te humedezcas los labios con la lengua cuando los sientas secos: el alivio es sólo temporal y, por si fuera poco, falso, ya que cuando se evapora la saliva, los labios quedan aún más secos. Usa labiales muy cremosos, evitando las fórmulas de larga duración, que suelen ser menos emolientes. Si quieres, puedes usar un cepillo de dientes viejo para, cada noche, frotar con ellos los labios para así ejercer una suave exfoliación que ayude a eliminar los pellejitos. Sin embargo, en ocasiones, esta medida resulta demasiado agresiva, y basta con frotar la piel de los labios con una toalla.
Codos resecos. El problema de los codos secos es muy común. Para dar un aspecto terso a los codos, nada como comenzar cuanto antes a realizar un programa de exfoliación (no uses piedra pómez: es un remedio demasiado agresivo que puede producir el efecto contrario) y de hidratación con cremas untuosas (no importa que sean de manos). Y, cada tres días, realice un tratamiento extra. Corte un limón por la mitad y frótelo sobre el codo. Su ácido cítrico actúa como exfoliante natural y contribuye a blanquear y aclarar la coloración oscura de esta zona. Después, aplique crema hidratante. Comenzarás a observar resultados a partir de la primera semana, y en un mes, notarás cómo la piel de los codos está mucho más suave y tersa.
Contorno de ojos. Para drenar, reducir bolsas y atenuar ojeras, nada como el viejo truco de cortar dos rodajas de pepino fresco, recién sacado del frigorífico (que no del congelador, ojo), y descansar quince minutos tumbada y relajada con ellas sobre los párpados. Más barato y fácil, imposible.
Morderse las uñas. Seguro que ya has desistido en tu empeño y has probado miles de remedios. Pues aquí te vamos a proponer otro, ya que sí existe un truco. ¿Sabes cuál es la receta más eficaz para prestar más atención a tus uñas? Por obvio que parezca, nada como hacerse la manicura regularmente. Como mínimo, una vez por semana. Y si son dos, mejor. Muchas mujeres, por cortas que se vean sus uñas al principio y motivadas por el nuevo aspecto de sus manos, evitan la tentación de morderlas y consiguen que crezcan al sentirlas cuidadas. Y no está de más recurrir también a técnicas de reducción del estrés como la meditación, el yoga o el control mental, tratamientos que no sólo mejoran el aspecto de las manos sino, sobre todo, el estado de ánimo.
Fuente:
Hola.com
19/11/09
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