No hay alimentos ni buenos ni malos” dice Julieta Ponce, directora del Área de Nutrición del Centro de Orientación Alimentaria (COA), una institución privada dedicada a guiar a los consumidores acerca de un estilo de vida saludable, “todos existen con la intención de mantener y mejorar la vida”.
La comida puede ser un instrumento valioso para fortalecer nuestro sistema inmunológico y ayudar a nuestro organismo a enfrentar mejor distintos tipos de enfermedades que nos aquejan hoy en día, como el virus AH1N1.
Es muy importante que nuestra dieta incluya productos de origen animal pero, sobre todo, vegetal. Estos últimos son vitales para fortalecer nuestras defensas. “Debe tomarse en cuenta que la nutrición es la medicina preventiva más eficaz, barata y sencilla que existe”, afirma Julieta.
El sistema inmunológico
El fortalecimiento de este sistema, encargado de defendernos de los ataques de los virus y de las infecciones, es un factor clave.
Las vitaminas, especialmente la C —abundante en algunos vegetales y frutas verdes como el pimiento, brócoli, coles de Bruselas, limón y otros—, protegen al sistema inmune; aunadas a los minerales, se convierten en los principales nutrimentos que necesita nuestro cuerpo para crear las barreras necesarias contra las enfermedades.
Por otra parte, añade la nutrióloga, “Si una persona no consume proteínas, no va a tener anticuerpos, y a su vez esto afectará a su sistema de defensa. El organismo requiere de una alimentación rica en cada grupo de nutrimentos”, señaló Julieta.
Los nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico también pueden derivarse de alimentos de origen animal y leguminosas como frijoles, habas, lentejas y garbanzos.
De hecho, la soya es la leguminosa que más se ha relacionado con la defensa de enfermedades.
“Entre más refinado esté el alimento, sus propiedades van disminuyendo. Las vitaminas y minerales no aportan kilocalorías, pero tienen una función básica para mantener la vida, de ahí que sean esenciales para el ser humano. Los requerimos en muy pequeñas cantidades; sin embargo, al no recibirlas, el daño que podría ocasionarse es considerable”, comentó la nutrióloga.
De colores
Para hacer más sencilla la alimentación e identificar los alimentos más benéficos para el ser humano, la doctora Ponce recomienda comer a colores.
“La combinación de alimentos va a garantizar el tener nutrimentos suficientes. Por ejemplo, si se va a comer un plato de verduras, se deben buscar tres colores diferentes de ellas”, dijo la especialista.
Existen dos principios básicos para comer rico y sano. El primero es tratar de comer de todo y el segundo es mezclar los colores, sobre todo, de los alimentos provenientes de la tierra.
Alimentos verdes como las manzanas verdes, los ejotes, las acelgas, las espinacas, los berros y la lechuga, contienen hierro, ácido fólico y vitamina C, lo mismo que el pimiento verde, por lo que ayudan considerablemente a mejorar el sistema de defensa.
“Los alimentos no son mágicos, por lo que el consumo debe ser frecuente, por lo menos cuatro veces a la semana.
“Cada vez que las personas hagan sus compras debe pensar en incluir alimentos de todo tipo y, por supuesto, de cada color”, señaló la nutrióloga.
¿Y la carne de cerdo?
Se trata de un producto noble que no tiene por qué ser desterrado de la alimentación diaria, ya que es de las más bajas en grasa; de hecho, esta carne tiene menos grasa y colesterol que el pollo.
Además, se ha repetido vez tras vez en los últimos días que el consumirla no significa ningún riesgo para el contagio del virus AH1N1.
“Es una carne rica en proteínas, baja en sodio y con buenas cantidades de vitamina B12, la cual fortalece al sistema nervioso.
“Para consumirla con tranquilidad, hay que seguir algunas recomendaciones como no cocinarla demasiado y adquirirla en tiendas que la mantengan en refrigeración permanente. De preferencia, a cuatro grados centígrados y con los respectivos sellos de salubridad.
“Hay que recordar que los mitos generados alrededor del cerdo no son por la carne en sí, sino por la forma de cocinarla. Lo mejor es disfrutarla a la plancha, al horno o en un guisado mexicano.
“Finalmente, es una de las mejores opciones y es la carne que más se consume alrededor del mundo” dice Ponce.
Alimentaria México
Julieta Ponce forma parte del programa de Alimentaria México 2010, una feria internacional mexicana dirigida a los profesionales de alimentos y bebidas, donde imparte seminarios de nutrición, en los que se brinda orientación a profesionales del sector.
Desde hace cuatro años se lleva a cabo este encuentro para mejorar la industria alimentaria de nuestro país y cuenta con el respaldo de distintas cámaras y asociaciones expertas en el ramo.
Fuente:
La comida puede ser un instrumento valioso para fortalecer nuestro sistema inmunológico y ayudar a nuestro organismo a enfrentar mejor distintos tipos de enfermedades que nos aquejan hoy en día, como el virus AH1N1.
Es muy importante que nuestra dieta incluya productos de origen animal pero, sobre todo, vegetal. Estos últimos son vitales para fortalecer nuestras defensas. “Debe tomarse en cuenta que la nutrición es la medicina preventiva más eficaz, barata y sencilla que existe”, afirma Julieta.
El sistema inmunológico
El fortalecimiento de este sistema, encargado de defendernos de los ataques de los virus y de las infecciones, es un factor clave.
Las vitaminas, especialmente la C —abundante en algunos vegetales y frutas verdes como el pimiento, brócoli, coles de Bruselas, limón y otros—, protegen al sistema inmune; aunadas a los minerales, se convierten en los principales nutrimentos que necesita nuestro cuerpo para crear las barreras necesarias contra las enfermedades.
Por otra parte, añade la nutrióloga, “Si una persona no consume proteínas, no va a tener anticuerpos, y a su vez esto afectará a su sistema de defensa. El organismo requiere de una alimentación rica en cada grupo de nutrimentos”, señaló Julieta.
Los nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico también pueden derivarse de alimentos de origen animal y leguminosas como frijoles, habas, lentejas y garbanzos.
De hecho, la soya es la leguminosa que más se ha relacionado con la defensa de enfermedades.
“Entre más refinado esté el alimento, sus propiedades van disminuyendo. Las vitaminas y minerales no aportan kilocalorías, pero tienen una función básica para mantener la vida, de ahí que sean esenciales para el ser humano. Los requerimos en muy pequeñas cantidades; sin embargo, al no recibirlas, el daño que podría ocasionarse es considerable”, comentó la nutrióloga.
De colores
Para hacer más sencilla la alimentación e identificar los alimentos más benéficos para el ser humano, la doctora Ponce recomienda comer a colores.
“La combinación de alimentos va a garantizar el tener nutrimentos suficientes. Por ejemplo, si se va a comer un plato de verduras, se deben buscar tres colores diferentes de ellas”, dijo la especialista.
Existen dos principios básicos para comer rico y sano. El primero es tratar de comer de todo y el segundo es mezclar los colores, sobre todo, de los alimentos provenientes de la tierra.
Alimentos verdes como las manzanas verdes, los ejotes, las acelgas, las espinacas, los berros y la lechuga, contienen hierro, ácido fólico y vitamina C, lo mismo que el pimiento verde, por lo que ayudan considerablemente a mejorar el sistema de defensa.
“Los alimentos no son mágicos, por lo que el consumo debe ser frecuente, por lo menos cuatro veces a la semana.
“Cada vez que las personas hagan sus compras debe pensar en incluir alimentos de todo tipo y, por supuesto, de cada color”, señaló la nutrióloga.
¿Y la carne de cerdo?
Se trata de un producto noble que no tiene por qué ser desterrado de la alimentación diaria, ya que es de las más bajas en grasa; de hecho, esta carne tiene menos grasa y colesterol que el pollo.
Además, se ha repetido vez tras vez en los últimos días que el consumirla no significa ningún riesgo para el contagio del virus AH1N1.
“Es una carne rica en proteínas, baja en sodio y con buenas cantidades de vitamina B12, la cual fortalece al sistema nervioso.
“Para consumirla con tranquilidad, hay que seguir algunas recomendaciones como no cocinarla demasiado y adquirirla en tiendas que la mantengan en refrigeración permanente. De preferencia, a cuatro grados centígrados y con los respectivos sellos de salubridad.
“Hay que recordar que los mitos generados alrededor del cerdo no son por la carne en sí, sino por la forma de cocinarla. Lo mejor es disfrutarla a la plancha, al horno o en un guisado mexicano.
“Finalmente, es una de las mejores opciones y es la carne que más se consume alrededor del mundo” dice Ponce.
Alimentaria México
Julieta Ponce forma parte del programa de Alimentaria México 2010, una feria internacional mexicana dirigida a los profesionales de alimentos y bebidas, donde imparte seminarios de nutrición, en los que se brinda orientación a profesionales del sector.
Desde hace cuatro años se lleva a cabo este encuentro para mejorar la industria alimentaria de nuestro país y cuenta con el respaldo de distintas cámaras y asociaciones expertas en el ramo.
Fuente:
El Universal
26/05/09
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