viernes, 4 de diciembre de 2009

Las claves para lucir un cabello sano y bonito


El pelo no tiene una función biológica importante. Tiene una función de protección del cuero cabelludo frente a las radiaciones ultravioleta, una función estética y nadie duda de su importante función psicológica.
El cabello siempre ha tenido un simbolismo especial, ha sido ligado a la fuerza, la religiosidad, rango social o político y se ha utilizado para realzar nuestra belleza, seducir, disimular y en ese lenguaje propio que tiene el pelo, marcar nuestro propio estilo y personalizar. Siempre ha sido importante el cuidarse el cabello.
Y en ese cuidado el lavado del mismo es fundamental.
El lavado del cabello tiene una triple misión: limpieza, ya que deben eliminarse todos aquellos elementos que ensucian el cuero cabelludo; no dañar, el cabello debe quedar limpio pero sin afectar a los distintos componentes del mismo; y mantener el aspecto, porque la misión del champú es limpiar y preparar el pelo para posteriores tratamientos, sin embargo existe la posibilidad de aportar al champú, y por lo tanto al lavado, algunas sustancias que sean capaces de cambiar el aspecto del cabello, pero siempre de forma voluntaria y en modo alguno, de manera accidental. El elemento fundamental en el acto del lavado es el champú, en realidad se trata de un jabón con unas connotaciones especiales que debe tener una serie de propiedades que permitan un uso fácil y agradable.
Después del lavado es importante que se realice un buen aclarado para eliminar los restos de champú, de lo contrario puede presentarse el fenómeno de cabello en 'nido de pájaro'. Suele darse en personas jóvenes con cabello denso que enjabonan mucho el pelo para dedicarle, posteriormente, poco tiempo al aclarado. En general dichas personas necesitan el uso de acondicionadores capilares para evitar este fenómeno.
El champú es sin duda un producto cosmético de alta tecnología que contiene una serie de ingredientes fundamentales para ejercer su función: agentes limpiadores, agentes acondicionadores, aditivos funcionantes, conservantes, aditivos estéticos y productos éticos.
Después del lavado del cabello es necesario proceder a su secado. Debe hacerse de forma adecuada ya que de lo contrario puede determinar daño importante en el mismo. Es recomendable usar una toalla suave y presionar delicadamente sobre el cabello y desenredar el pelo con un peine de dientes anchos.
Si es posible es conveniente dejar que el pelo se seque de forma espontánea; si se usa secador, debe utilizarse a cierta distancia y siempre moviéndolo de manera que el calor no quede concentrado en un punto determinado. Si no se tienen en cuenta estos pasos se corre el peligro de producir daño irreversible en el pelo (cabello burbuja)


Fuente:

La Rioja

4/12/09



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