miércoles, 4 de marzo de 2009

Recomiendan nutrición ideal para que escolares obtengan energía sin subir de peso



Es importante saber que un niño debe estar correctamente alimentado durante el día, porque una nutrición insuficiente puede provocar cansancio muscular y psíquico y, a largo plazo, puede contraer enfermedades más fácilmente.
Los especialistas consideran que el desayuno es la comida más importante del día para un niño, ya que le proporciona la energía necesaria para enfrentar el día. Y a la vez, equilibra la distribución diaria de alimentos.
DESAYUNOUn buen desayuno debe aportar alrededor de 500 calorías. Según la nutricionista Grace Medina, de la Clínica DarSalud, el desayuno ideal en el hogar debe estar compuesto por pan, avena o cereales, lácteos de bajo contenido graso y un líquido, idealmente agua, para recuperar la deshidratación nocturna.
Evitando así las comidas grasas, pasteles, jugos con azúcares y bebidas estimulantes como el café o el té.
Para lograr un correcto desayuno diario es necesario acostar al niño temprano y levantarlo con tiempo suficiente para desayunar tranquilo. Y es que hay padres que se levantan algo tarde, por lo que los niños terminan tomando comiendo apurados, dormidos o acostados en su cama.
Por ello es recomendable sentarlos en una mesa preparada de forma atractiva, que les llame la atención y los estimule a desayunar. Y siempre que sea posible, darse el tiempo de comer con ellos.
Ahora, en cuanto a la colación o merienda de media mañana, es aconsejable que el alimento que el niño lleve al colegio sea un complemento al desayuno y no un sustituto.
COLACIONLas colaciones son importantes porque ayudan a mantener los niveles de energía entre las comidas. El comer pequeñas comidas y colaciones balanceadas pueden ayudar a evitar comer demasiado durante las comidas.
Según la nutricionista Grace Medina, si un niño pequeño ha tomado desayuno en su hogar, la colación que debe llevar al colegio es una fruta o un lácteo descremado, en tanto, los adolescentes pueden llevar un yogurt o una barra de cereal, pero nunca golosinas.
Y es que las golosinas, según la especialista, contienen un alto contenido en grasas saturadas, azúcares y sodio que favorecen el aumento de peso y de colesterol sanguíneo.
Y como el sedentarismo está cada vez más presente en la vida de niños y adolescentes, el gasto calórico que implica ir al colegio es reducido. De esa manera es mejor evitar las colaciones con alto contenido de calorías, ya que esto sólo hará que el niño aumente de peso.
ALMUERZOYa cuando se llega a la casa, luego de una jornada escolar, la idea es no saltarse el almuerzo, debido a que los niños ayunan demasiadas horas y terminan comiendo más de noche y con mayor ansiedad.
Según la nutricionista del centro de Obesidad de la UC, Alejandra Alarcón, las mamás hoy tienen distintas alternativas, una de ellas es que los niños compren almuerzo en el colegio, lo lleven en un termo o lo calienten en el microondas. Luego de determinar eso, se puede lograr una mejor organización.
"La idea es que los niños, independiente de la edad que tengan, lleven termos que sean para su edad, que son de 350 cc. o de 300 cc., no los de medio litro que son de adultos. Primero, ellos tienen que llevar la cantidad que corresponde para su edad y tienen que ser termos más pequeños, lo mismo si es que llevan un tupperware o un sistema de almacenamiento en frío, por lo menos para pre-escolar y escolar", asegura la especialista a latercera.com.
Además, lo ideal es que los niños lleven siempre un poco de líquido. Jugos, néctar o aguas minerales favorecen la hidratación durante el día. Y es que según la nutricionista, muchas veces los niños están todo el día sin tomar agua y eso tiene efectos negativos en el correcto funcionamiento del tránsito intestinal y del crecimiento.
En cuanto al almuerzo como tal, lo más adecuado es que éste incluya "verduras, las que pueden ir en distintas preparaciones, ya sea en ensaladas o en guisos o acompañando una carne; que lleven siempre un hidrato de carbono, pero medido, la idea es que sea medio o 3/4 de taza de alguno de estos alimentos, como arroz, fideos, papas o granos. Y, por otro lado, que lleven una carne siempre, ya sea pollo, pavo o incluso un huevo; y un postre, que ojala fuese una fruta, aprovechando que en esta época hay más variedad", explica Alarcón.
Aunque existen casos en los que el escolar tiene poco tiempo para almorzar y sólo lleva un sándwich, para luego llegar a almorzar a su casa. En este caso la nutricionista recomienda que los niños lleven un pan de molde o una marraqueta que contenga verdura y carne, y otro día quizás llevar un huevo rallado con tomate, aunque sin mayonesa.
ONCE Y CENA Luego de la jornada escolar, tipo 5.00 de la tarde, el niño debería llegar a tomarse una leche. Y es que de acuerdo a la especialista, este alimento ayuda a controlar el hambre, para que después en la noche los niños no coman tanto.
"Ojala todos los niños tomaran once y cenaran, pero para quienes no es así, la idea sería que llegaran a tomar una leche con una fruta, y después tomaran una once equilibrada, que llevara verduras y una proteína, y si no, que llegaran a tomar su leche con un sándwich más liviano y después cenaran", aconseja la especialista.
En tanto, la cena siempre debería ser más liviana que el almuerzo. Alejandra Alarcón recomienda las ensaladas y evitar las comidas con crema y carnes rojas, para así favorecer la digestión y que de esa manera los niños puedan dormir bien.
La nutricionista asegura que "los niños pueden comer arroz, fideos y esas cosas, pero eso debe ser más medido y la alternativa para subir la temperatura en la noche es servir de primer plato una sopa. La idea es que sea una sopa de verduras o una crema más natural en lo posible, y eso además de quitar el frío, es una manera de consumir una mayor cantidad de líquido y de comer más lento el plato que viene después".
Aunque es importante recordar que los niños no deberían comer más allá de las 20.30 horas, ya que si cenan muy tarde puede que tengan problemas para dormir, por el estómago pesado. Y es que según la especialista, es en esta época -al comienzo del año escolar- cuando cuesta más acomodar los horarios.


Fuente:

latercera.com

4 de Marzo de 2009



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